Dos goles. Es la distancia que separa al Mallorca de una barrera histórica. Los baleares, que desde que se estrenaron en Primera división han fabricado 898 tantos, certificarán en las próximas semanas una diana para el recuerdo. Si el equipo mantiene el ritmo actual, lo más probable es que lo consiga el próximo domingo, en el ONO Estadi y con el Murcia como testigo. Güiza, Arango, Varela... La única incógnita ahora reside en saber quién le pondrá la firma, porque la lista de candidatos es más extensa que nunca.
La versión 2007-08 del equipo rojillo presume de artillería y está rompiendo todos los moldes que encuentra en el apartado realizador. En los trece primeros partidos del campeonato se ha situado a una altura espectacular y sus dígitos quedarán recogidos en los libros de historia bajo el epígrafe del mejor arranque goleador de las veintiuna temporadas que ha pasado hasta el momento en la azotea del fútbol español. El gol 900 supone un nuevo caramelo para el plantel rojillo, que ha vuelto a llenar de ilusión el depósito del que se alimenta. El encargado de anotar el tanto más especial de esta primera parte de la temporada compartirá un puesto de honor junto a otras leyendas mallorquinistas y su nombre quedará fijado para siempre al lado de las hazañas más llamativas del club de Son Moix.
Uno de los grandes protagonistas en ese capítulo es Joan Forteza. El mítico delantero isleño marcó el gol que abría la cuenta en Primera ante el Racing (1960), marcó el gol número cincuenta ante el Sevilla en el ejercicio siguiente y abrochó el centenar a costa del Zaragoza poco después.
Tuvieron que pasar veinte años para que el Mallorca le quitara el polvo a sus estadísticas. Una vez sepultada una de las etapas más negras en la trayectoria del club, el argentino Rolando Barrera cogió el relevo y celebró junto a la hinchada del Lluís Sitjar la segunda centena en un partido ante la Real Sociedad que registraba un final feliz (2-1). El defensa balcánico Zoran Vulic, en un choque contra el Oviedo, selló los 300 primeros goles del conjunto balear, que tuvo que esperar casi una década para seguir quemando etapas en esa dirección.
Ya en plena ebullición de la era moderna, Oscar Alcides Mena se puso a la cola de la lista. El argentino intervino activamente en un encuentro del que la afición guarda un recuerdo extraordinario: la goleada ante el Sporting (6-2) que alumbró una noche de lunes a comienzos de la temporada 1997-98.
Otro de los que no podía faltar en la nómina de elegidos era Carlitos Domínguez. El sevillano anotó el primer tanto del Mallorca en el que hoy es su centro de operaciones y el festejo coincidió con el medio millar de aciertos ante la portería contraria. Desafortunadamente, el Madrid acabó reventando un encuentro que los locales tenían bajo control y la jornada se oscureció en los minutos finales.
Albert Luque (600) y Samuel Etoo (700) aportaron su parte en dos campañas muy significativas y el último en subirse al tren de los goles con premio fue Juan Arango, que lo hizo precisamente en su actuación más sobresaliente como jugador del Mallorca. El venezolano cuajó su primer y hasta la fecha único hat-trick en la Isla y ató la diana números 800 que pronto será pulverizada.
La racha que saborea en los últimos tiempos el conjunto insular ha agilizado los trámites y la escuadra de Manzano, además de alegrarle la vista a sus seguidores, alcanzará muy pronto la cifra mágica que ha señalado con un círculo rojo en su libreta. Además, durante esta campaña las opciones del grupo a la hora de desequilibrar están muy bien repartidas. El que más destaca es sin duda Dani Güiza, pero tiene a su lado a un ramillete de compañeros con mucha pegada. El jerezano sigue siendo el segundo máximo artillero de la Liga por detrás del sevillista Luis Fabiano (comparte ese honor con Messi, Agüero y Rossi) y no hay ningún delantero nacional que esté a su misma altura. Pero hay más. Juan Arango acumula otros cinco arponazos a pesar del discreto papel que está realizando; Ibagaza le sigue de cerca con otros cuatro y últimamente ha subido varios peldaños Varela, que se está especializando en los goles de bella factura. Tampoco se puede olvidar que jugadores como Pierre Webó, Víctor Casadesús o José Carlos Nunes (el defensa con más puntería que ha desfilado últimamente por el Camí dels Reis) permanecen en la recámara. No en vano, los isleños promedian 1'7 tantos por partido y se han granjeado la fama, más que merecida, de ser uno de los conjuntos que mejor han sabido afinar su punto de mira gracias a las incorporaciones del pasado verano. El viento sopla a favor del ejército que dirige desde el banquillo Gregorio Manzano y conviene aprovecharlo.
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