Toni Manresa y Miquel Ramis estrechan sus manos antes de viajar hacia Lisboa. Foto: PERE BOTA

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Fernando Fernández La llamada del desierto resulta demasiado tentadora para los amantes del motos. Con el año deportivo, el Lisboa-Dakar aparece marcado en rojo en la agenda de Toni Manresa, quien cumplirá su quinta presencia en el rally más exigente del planeta. Pero el de Calonge no estará solo. Si hace dos años fue el formenterenc Xicu Ferrer quien completó como copiloto suyo la embajada balear, en 2008 se producirá un hecho histórico. Y es que, por primera vez, dos mallorquines competirán en la prueba africana en diferentes categorías. El precedente más significativo se halla en el año 2000, cuando el Dakar-El Cairo contó con Emilio Rodríguez y Felipe Beltrán, además de Xicu Ferrer, todos ellos en la disciplina de motos. Ahora, Toni Manresa pilotará un Isuzu en la modalidad de coches, mientras que Miquel Ramis afrontará su puesta de largo formando parte de uno de los camiones que pondrá en liza el equipo Epsilon.

Por delante, 9.273 kilómetros (5.736 de ellos cronometrados) y el Dakar más largo de la historia, que arranca para ellos en la madrugada del día 1 de enero, cuando tengan que poner rumbo hacia Barcelona y Madrid y, desde allí, rodar hasta la capital lusa, donde los días 3 y 4 se llevarán a cabo las verificaciones antes de emprender rumbo hacia el Lago Rosa el sábado 5. Poco más de dos semanas, con un peligroso trámite en tierras portuguesas y españolas antes de atravesar el Mediterráneo y pisar suelo africano. «Ahí es donde realmente empieza el Dakar, aunque no hay que confiarse. Más de uno se ha quedado en la Península...», comenta Toni Manresa, que con cuatro presencias (dos en camiones y dos en coches) se ha convertido en el dakariano balear por excelencia y en uno de los veteranos de una caravana en la que españoles y franceses llevan la batuta.

Manresa ha dado un salto de calidad y opta a colarse entre los treinta primeros, si la mecánica y la suerte no le dan la espalda durante las quince etapas. Piloto oficial de Isuzu España, repite con Ferran Marco (ganador de un Dakar en la categoría 6x6) de compañero y busca cotas más ambiciosas. A sus espaldas cuenta con una sólida estructura, pero también es consciente de que «lo importante siempre es llegar», aunque no puede evitar los comentarios que hablan de la potencia y las cualidades de su Isuzu. «Todos me dicen que llevo una bala, y por lo que he comprobado en los tests previos, es fiable y rápido, pero con esas dos virtudes, a veces no te basta en el Dakar. Influyen muchos factores y puede pasar de todo. Pero vamos a ser ambiciosos y pensar que podemos plantar cara y, por qué no, da un susto», asevera el de Calonge, que cuenta con el patrocinio de la Conselleria de Turisme para poder llevar a cabo un proyecto «que debe crecer hasta llegar a tener un equipo propio, pero todo llegará», dice.

El Isuzu D-Max portador del dorsal 346 será uno de los vehículos a seguir a tener en cuenta dentro del grupo de 26 elegidos que representarán a España en la modalidad. «Nani» Roma y Carlos Sainz son las grandes estrellas mediáticas y las bazas de victoria en la general, pero otros pesos pesados como Stephane Petehansel, Luc Alphand, De Villiers, Schlesser o Masuoka entran también en todas las quinielas para coronarse en el Lago Rosa de Dakar.

Con ello, se puede afirmar que 2008 puede ser el año de Toni Manresa, quien se ha ganado a pulso el respeto de una prueba que siempre ha logrado finalizar, lo que prolonga su alargada sombra en la historia del deporte del motor en Balears.

La experiencia de Manresa ha servido para que la fiebre por el Dakar se haya extendido. Si bien resulta cada vez más complicado enrolarse en este selecto club de aventureros, otro mallorquín ha querido hacer realidad un objetivo y sueño personal. Miquel Ramis ha dado un paso al frente y vivirá en primera persona las sensaciones del Dakar más apasionante y más maratoniano de los últimos tiempos. El reconocido empresario, volcado a nivel de patrocinios con el motor, debutará en el Dakar con 38 años y una enorme ilusión «por vivir una experiencia única. Era algo que siempre imaginabas, y veías por la televisión o la prensa, pero estar ahí, sentirlo en primera persona, supone algo muy especial», explicaba Ramis, quien ocupará una de las tres plazas que el camión número 691 pone en liza en 2008. En uno de los vehículos del equipo Epsilon, un Mercedes Benz para más señas, y haciendo equipo con Elías Bigas y Jordi Comallonga, Ramis y compañía ofrecerán asistencia de vehículos, además de luchar por completar el largo recorrido, aunque ellos serán siempre los que cierren la expedición y los que más tarde aparezcan en el campamento al final de cada una de las etapas, lo que supone «un hándicap, pero es el precio que se paga en una carrera de este calado». Ramis se ha puesto a punto durante los últimos meses para llegar en plenitud de facultades a la salida de Lisboa. Tanto, que ha perdido 18 kilos en tres meses, y ya conoce toda la estructura que le rodeará dentro del equipo Epsilon, uno de los más respetados en la caravana del Dakar por su dilatada experiencia.

Pese a no conocer lo que es un Dakar en profundidad, a Ramis le sobran «ganas de empezar. Llevamos mucho tiempo de preparativos, esperando, y la verdad es que deseo meterme ya en el camión y en el día a día», explica a la vez que su compañero de reto, Toni Manresa, le recuerda que «no va a ser un paseo. Cada vez hay más peligros más allá de una caída o un accidente, pero lo que prevalece es la experiencia y las relaciones humanas que allí se establecen», admite.

A pocas horas para que el nuevo desafío eche a rodar, Manresa y Ramis ya redactan una de las páginas más gloriosas del automovilismo balear. Su primera cita será el Lisboa, pero lo que desean es abrazarse el día 20 en el Lago Rosa.