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Fernando Fernández El baloncesto nacional mira con una mezcla de preocupación y expectación hacia Mallorca con el futuro del ya Alcúdia, nueva denominación del Palma Aqua Mágica, como foco de todos los comentarios. La aparición de diferentes pretendientes de la plaza en la LEB Oro propiedad del club que preside Guillem Alomar, consecuencia de la marcha del principal patrocinador y la delicada situación en la que queda el equipo profesional ha hecho que tome cuerpo la posibilidad de que el traslado de la franquicia, anticipado el pasado viernes por pueda ser algo más que una posibilidad a lo largo de las próximas semanas.

Ultima Hora,

El pasado día 22, Aqua Mágica oficializó su desvinculación del proyecto, tras ver cómo el proyecto de Ses Fontanelles se veía detenido de forma indefinida y tras un impás que empezó a sembrar dudas en el vestuario y entre la propia afición.

La primera respuesta por parte de las instituciones llegó de la mano del conseller d'Esports, Mateu Cañellas, quien aseguró la ayuda del Govern y de Illesport para la temporada y ha prometido buscar una solución para la difícil tesitura del ya Alcúdia y del Bàsquet Inca, que tampoco ha logrado concretar la aparición de un espónsor principal tras la marcha del Grup Drac la pasada primavera.

Silencio
Si desde Esports no se ha tardado en mover pieza, a expensas de futuros contactos, el silencio del Ajuntament de Palma, otro de los puntales sobre los que se sustenta el presupuesto (cerca de 2 millones de euros) del club, resulta preocupante. El compromiso de mantener la ayuda generada por el anterior equipo de trabajo del IME (unos 500 mil euros) sigue congelado y, con ello, queda más en el aire el porvenir del principal representante del deporte de la canasta. Y es que en el seno del baloncesto palmesano, el malestar hacia Cort ha sido una constante en el arranque de la legislatura, motivado por la intención del IME de cobrar el 25% de la cuota de uso de los pabellones a los clubes de Ciutat, una medida frenada gracias a la intervención del presidente de la FBIB, Jaume Estarellas, quien con el consenso de las entidades implicadas logró atajar la primera crisis del mandato.

Y es que varias ciudades y clubes ya han mostrado su interés por contar con un equipo LEB aprovechando el momento del extinto Aqua Mágica. Alomar tiene sobre la mesa una propuesta firme llegada desde la Península, pero el mercado se ha activado y clubes como Vigo, Huesca o Cáceres, plazas con historia en la élite o con ambición contrastada, ya parecen haber mostrado su interés por hacerse con la franquicia en una operación que la FEB avalaría, al igual que todas las que no supusieran la retirada del equipo de su competición estrella, la LEB Oro.

El Alcúdia no descarta ninguna posibilidad, ni un traslado desde el Palma Arena hasta otra región del país, ni incluso cambiar de municipio dentro de la Isla, abriéndose un amplio abanico en el que Calvià podría ocupar un lugar destacado.

Pero no sólo la plaza del Alcúdia está en boca de todos. La calidad de la plantilla que dirige Àngel Colino es evidente y a sus efectivos también les salen «novias», aunque como adelantó este diario, el club no pretende deshacerse de sus profesionales si la situación no lo requiere. Éstos pueden cambiar de equipo hasta el final de la primera vuelta y, si lo hacen en la segunda, debe ser como consecuencia de la renuncia o desaparición de su equipo, algo que no entra en los planes de Alomar, que quiere agotar la temporada y estudiar las posibilidades que se le plantean, con la venta de la plaza como la mejor ubicada. Nombres como Roe, Rejón, Jackson, Pacreu, Schutte o Puyada están en la agenda de otros clubes punteros de la categoría, e incluso de la ACB, pero el Alcúdia remite a sus contratos, aunque no cierra las puertas a ninguna posibilidad, siempre a expensas de conocer el punto de vista de los propios jugadores, que hoy regresan a los entrenamientos tras las vacaciones de Navidad con la incertidumbre como síntoma común y las miras puestas en preparar en condiciones el encuentro del viernes 4 en el Príncipe Felipe de Zaragoza frente al todopoderoso CAI.