TW
0
Tolo Jaume El presidente de la Asociación de Copropietarios, Joan Aguiló, explicó ayer a los más de 150 asociados que se dieron cita en el salón de actos del colegio de Sant Francesc de Palma el nuevo escenario en el que se encuentra el Lluís Sitjar tras la reunión mantenida con la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, y el miembro del consejo de administración del Real Mallorca, Joaquín García, el pasado día 1. El primer paso para la resolución del conflicto llegará el próximo 24 de abril, día en el que han quedado convocadas las dos partes para constituir la comunidad de copropietarios del Lluís Sitjar a partir de la que se tratará con Cort la distribución de una zona que iría destinada a albergar un área de servicios u ocio.

Tras cumplir con el protocolo de la reunión aprobando el acta anterior y explicando los informes pertinentes junto con la situación de los pleitos pendientes de resolución, Joan Aguiló presentó las diferentes opciones que se le plantean a los copropietarios después de haber iniciado el camino para «enterrar el hacha de guerra» con el Real Mallorca. «La solución que planteamos pasa por crear una sola voz de la asociación sin perder la propiedad de cada uno, por lo que cabe la posibilidad de crear una Sociedad Anónima o una fundación», explicó el responsable de la junta directiva.

El terreno sobre el que se encuentra el estadio Lluís Sitjar comprende 27.000 metros cuadrados y después de que se constituya la comunidad de copropietarios el Ajuntament de Palma determinará el área destinada a la denominada Falca Verda y la zona para la futura comunidad. El consistorio palmesano ya ha advertido que bajo ningún concepto admitirá la recalificación para la construcción de viviendas, por lo que todo apunta a la creación de un espacio de servicios y ocio cuya financiación llegaría a través del propio solar según la mecánica habitual.

La construcción de un centro comercial estaría encaminada hacia el alquiler y, así las cosas, la Fundació Reial Mallorca y los copropietarios obtendrían un beneficio que en el caso de los segundos conllevaría un abono a perpetuidad del conjunto mallorquinista tal como apalabraron Joan Aguiló y Joaquín García en las reuniones previas.

Las diferencias en el seno de la Asociación de Copropietarios residen ahora en definir la fórmula por la que se defenderán sus intereses. La vía de la Sociedad Anónima con capacidad para repartir dividendos deja abierta la posibilidad a crear entramados internos que complicarían la situación de los pequeños accionistas, mientras que Aguiló defendió la fórmula de la fundación por la que los copropietarios donarían sus acciones convirtiéndose en patronos. Tantas acciones, tantos patronos, una condición que sería hereditaria tal como se pretende estipular en unos hipotéticos estatutos. La fundación crearía un fondo social encaminado a facilitar ayudas que serían consensuadas por los copropietarios, que pasarían a denominarse patronos.

Cabe destacar que actualmente la Fundació Reial Mallorca controla 208 títulos de propiedad, mientras que la Asociación de Copropietarios contempla 434. Hay 24 títulos cuya propiedad se desconoce a pesar de que se está avanzando en la definición del listado para completar los 666.

El 24 de abril puede ser el principio del final del conflicto.