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Agencias|VALENCIA
El consejo de administración del Valencia acordó anoche destituir a Miguel Angel Ruíz, hasta ahora director deportivo, y al técnico holandés Ronald Koeman para entregar la responsabilidad del primer equipo a Salvador González Voro, que hacía las funciones de delegado del equipo ché. Además, también abandonan la entidad José Mari Bakero, segundo entrenador, Toni Bruins Slot, ayudante del técnico y Antonio Fernández, secretario técnico hasta el día de ayer. El puesto del último lo ocupará Juan Sánchez, que subirá un peldaño en el organigrama valencianista.

La consecución de la Copa del Rey el pasado miércoles no ha sido obstáculo para que el consejo de administración del club, presidido por Agustín Morera, haya decidido revolucionar la parcela deportiva con el objetivo de salvar la categoría, ya que el equipo está a sólo dos puntos del descenso cuando restan quince puntos por disputarse.

La reunión comenzó aproximadamente a las seis de la tarde con todos los miembros del consejo de administración presentes, a excepción de Alberto Martí. Previamente, a mediodía, el presidente junto a Rafael Salom, vicepresidente deportivo, y el consejero delegado, Jesús Wolstein, habían contactado con Voro para informarle de que sería el entrenador del primer equipo. A la reunión vespertina fue llegando en primer lugar Miguel Angel Ruiz, alrededor de las siete y media, y sucesivamente Antonio Fernández, Ronald Koeman (éste sobre las nueve y diez de la noche) y Juan Sánchez, miembro de la secretaria técnica, para que fueran informados de las decisiones del consejo.

El nuevo entrenador del Valencia o pudo ocultar su alegría a la salida de las oficinas del club: «No hay cosa más bonita que se acuerden de uno en las situaciones difíciles», comentó el ex futbolista, quien aseguró que todavía tiene que seguir «concretando alguna cosa» e instó a los periodistas presentes a mañana «para seguir hablando».

Paso adelante
Voro, quien reiteró que no podía hablar mucho, sí comentó que era el momento de dar «un paso adelante» y en ningún momento se refirió a la situación de los tres jugadores apartados bajo la dirección técnica de Koeman.

Voro llevaba tres temporadas como delegado del equipo, desde la llegada de Quique Sánchez Flores, y su experiencia como técnico se remite a los filiales del Levante, al que subió de tercera división a segunda B, y del Valencia B, del que fue destituido en febrero de 2004.