El nuevo Mallorca empieza a dibujarse en el horizonte. El club balear, que ya ha blindado la permanencia de forma virtual gracias a los cuarenta y cuatro puntos que acumula en su cuenta corriente, comenzará a coger cuerpo en los próximos días, aunque los responsables de confeccionar la futura plantilla ya están tomando posiciones en el mercado. Hay varios puestos del terreno de juego que han sido marcados con un círculo rojo y los primeros movimientos se producirán a corto y medio plazo. La semana que viene tendrá lugar la primera reunión a tres bandas (Vicenç Grande, Nando Pons y Manzano) en este sentido y a partir de ahí, se abordará una amplia lista de nombres sobre los que se sustentará el proyecto del ejercicio 2008-09.
Un central, un lateral derecho, dos interiores (uno para cada banda), dos pivotes (uno defensivo y otro de carácter más ofensivo) y, muy probablemente, un portero y un delantero centro. Ésas son las necesidades que presentaría el plantel y las posiciones que ha subrayado la dirección deportiva de la SAD isleña pensando en el curso que viene. Del bloque que gestiona ahora mismo Gregorio Manzano hay un puñado de bajas que están prácticamente cantadas y el resto, dependerá de la evolución que vaya siguiendo el bazar estival. En el primer grupo se incluyen los jugadores que finalizan su relación con la entidad (Héctor Berenguel, Javier Dorado y Angelos Basinas), además de David Navarro, que regresará al Valencia tras cumplir una campaña de cesión, y de Jonás Gutiérrez, que es víctima de una compleja contractual que casi con toda seguridad le sacará de la Isla. El centrocampista argentino ya reconoció hace muy poco que su sitio a partir del 30 de junio está fuera de Son Moix y a falta de que se concrete su próximo lugar de residencia, se le considera una baja segura.
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