Alba Torrens contribuyó con dos puntos al triunfo de la selección y su buen rendimiento le permite estar en las quinielas para formar parte de la expedición definitiva que viajará a Pekín. La binissalemera fue una de las sorpresas de la convocatoria para el preolímpico y su labor no ha pasado desapercibida para Evaristo Pérez, que ha revolucionado la lista en busca de juventud y ha dado con una generación cargada de talento y hambre por seguir haciendo historia.
El carácter de las subcampeonas europeas emergió desde el primer balón, en la lucha por el rebote, en las recuperaciones de balón, en la intensidad defensiva y, además, en la muñeca de Aguilar. Su sexto triple en diez intentos y, como poco antes, el postre en forma de cesta doble de Valdemoro desataron la alegría española con el 54-66 que encarrilaba el choque y la clasificación después de un encuentro marcado por la igualdad. Doce tantos por delante y sólo medio cuarto por disputar constituían dos ingredientes importantes para terminar un cóctel olímpico perfecto en el Telefónica Arena.
Pero quedaba el remate, acabar la faena. Así que, sin perder de vista el trabajo pendiente y la facilidad de las cubanas para levantarse desde los 6'25 metros, España asimiló perfectamente su optimismo con las obligaciones del momento. No sufrió imprevistos numéricos, congeló la renta en el entorno de los diez puntos y consiguió el pasaporte para Pekín 2008.
Los 28 puntos de Aguilar y los 18 de Amaya Valdemoro lideraron la faceta ofensiva de una selección que ha rendido a un gran nivel ante combinados de primer nivel.
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