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Fernando Fernández El Bàsquet Mallorca completa su engranaje deportivo gracias a la generosidad del Sa Pobla. Toda vez que el nuevo club no tenía una plaza asegurada en Liga EBA para su segundo equipo (Muro), la opción ganada en la pista por la entidad que preside Tomeu Quetglas se ha convertido en salvavidas ante un nuevo hándicap que se ha encontrado la entidad presidida por Joan Llompart. Ambos clubes, con Govern, Consell de Mallorca y Federació de Bàsquet de les Illes Balears como testigos, firmaron la cesión de los derechos federativos ante la imposibilidad por parte del Sa Pobla de salir en EBA. De hecho, los azulgranas se encuentran inmersos en pleno proceso electoral (el club lo dirige una gestora provisionalmente) y tampoco tendrán equipo en Primera División Masculina. «No jugamos en EBA por falta de financiación y apoyos, y en Primera por falta de objetivos. Estamos en un momento de impás», admitió el directivo Sebastià Crespí.

La consellera d'Esports del Consell, Dolça Mulet, además del gerente de Illesport, Jorge Mandado y la vicepresidenta de la FBIB, María Jaume, ejercieron de testigos del traspaso de plaza. «Pese a tener una oferta de Ciutadella, en un acto de generosidad con dos poblaciones próximas (Muro e Inca), el Sa Pobla hace que el Bàsquet Mallorca renazca en este momento», prosiguió Crespí, quien deseó «toda la suerte del mundo, y por encima de todo, que sean humildes y generosos en su labor», al Bàsquet Mallorca, de cuyo devenir son ya parte indisoluble tras concretar un gesto de enorme valor a escala deportiva, humana y social para el baloncesto mallorquín. Joan Llompart agradeció «la valentía» del Sa Pobla y Dolça Mulet les recordó que por delante «tienen una gran responsabilidad».