Ronaldinho, que estuvo arropado por aproximadamente 4.000 aficionados en su llegada a las instalaciones del Milan, declaró sentirse «muy feliz» porque después de tanto tiempo de espera ya puede declararse futbolista rojinegro.
El carioca subrayó además que los hechos acontecidos en las últimas horas demuestran que su deseo siempre ha sido «jugar en el Milan». «Han sucedido muchas cosas, pero al final soy rossonero. Soy feliz de estar aquí y, repito, espero hacer muy feliz a la gente de Milan», confesó en declaraciones al canal de televisión del club lombardo.
Ronaldinho se alegró igualmente de encontrarse con numerosos compatriotas en su nuevo club. «Estoy feliz de encontrarme con muchos brasileños aquí, pero también de jugar al lado de muchos otros campeones que llevan la camiseta del Milan», agregó.
El brasileño recibió además el permiso de su nuevo club para asistir con su selección a los próximos Juegos Olímpicos de Pekín, que comenzarán para los canarinhos el 7 de agosto en el primer partido del grupo C ante Bélgica.
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