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Roberto Morales |RUSTENBURGO
España, campeona de la Eurocopa 2008, dará hoy (20.30 horas, Tele 5) sus primeros pasos en la Copa Confederaciones con el objetivo de ampliar su dominio del mapa futbolístico e imponer su fútbol vistoso de toque ante la cenicienta del torneo, Nueva Zelanda, la selección con menos envergadura del campeonato.

La Copa Confederaciones reúne a las mejores selecciones de cada parte del planeta. Expone estilos de juego radicalmente diferentes. La jornada de apertura será una muestra, con la vistosidad de España, campeona de Europa, ante la rigidez y fuerza de Nueva Zelanda, dominadora de Oceanía.

Llega la roja a las Confederaciones en el mejor momento de su historia. Firmando récords por cada uno de sus encuentros. Sin saborear la derrota desde el 15 de noviembre de 2006 (cayó en Cádiz ante Rumanía en partido amistoso) y superando registros con 32 partidos invicta y a tres del récord mundial en poder de Brasil.

Favorito
España dio el salto de calidad en la Eurocopa. A la hora de la verdad, la roja no se atemoriza ante fantasmas del pasado gracias a una generación de futbolistas ganadores, que trasladan al césped la amistad que reina fuera. Todos los componentes unidos, provocan que Brasil e Italia señalen un favorito. Traspasen la responsabilidad.

Y no están incómodos los 23 elegidos de Vicente Del Bosque ante el nuevo papel. Con el bloque que asombró al mundo en la Eurocopa, retocado con seis jóvenes futbolistas, España buscará su primera Copa Confederaciones y en su estreno solo sirve el triunfo, por la abismal diferencia de calidad con Nueva Zelanda.

Las ausencias en la competición de Marcos Senna -el ancla de la selección- y Andrés Iniesta -la fantasía-, cambian la imagen de la medular y abren un abanico de posibilidades al seleccionador. Xabi Alonso asume el peso. Xavi Hernández, la creación. Cesc Fábregas da el salto. Y Albert Riera abrirá el campo en la primera cita.

El once lo completarán Iker Casillas, indiscutible en portería. Sergio Ramos, Puyol, Albiol y Capdevila en defensa, más la pareja de moda en la delantera: Fernando Torres y David Villa. Lo cargados que están varios internacionales y los continuos cambios de temperatura son las principales preocupaciones antes del deseado estreno por los jugadores. Ansiosos por comenzar a competir.

El primer rival que se cruza en su camino es Nueva Zelanda, que llega al estreno tras protagonizar uno de los mejores partidos de su historia. Ante la poderosa Italia, en el último amistoso disputado a cuatro días de la Confederaciones, logró adelantarse tres veces en el marcador, aunque acabó cediendo por un tanto de diferencia.

De un plumazo los All Whites modificaron la mediocre imagen dejada ante rivales menores como Tanzania, ante la que salió derrotada, o Botsuana, con la que firmó tablas, para iniciar la competición guiado por un nuevo líder. Ante la ausencia de su capitán por lesión, el central Ryan Nielsen (Blackburn Rovers), el goleador Shane Smeltz asume el peso.

Si David Villa llega a la Confederaciones en racha goleadora, tras convertirse en el tercer goleador de la historia de la roja, Smeltz lo hace tras marcar doce tantos en diez encuentros con los kiwis. Junto a Chris Killen, ex futbolista del Celtic y Manchester City, es el peligro neozelandés.

Dirigidos por Ricki Herbert, componente de una selección que abrió nuevos tiempos con su participación en el Mundial de España'82, Nueva Zelanda obligará a la roja a bajar el balón al piso. Son, con 1'85 metros de media, la selección más alta de la Copa Confederaciones. Poseen, además, al jugador más joven del campeonato, el delantero de 17 años del West Bromwich inglés Chris Wood.

El único enfrentamiento entre España y Nueva Zelanda dejó un resultado de escándalo. Fue el en Mundial sub'17, el 11 de septiembre de 1997, con un 13-0 que vivieron dos jugadores: Iker Casillas y Ben Sigmund.