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A.Orfila / C.Román Mateu Alemany conoce desde hace días el interés de Joan Batalla y Marc Toscas por hacerse con la mitad del accionariado del Real Mallorca. El propietario del club balear mantuvo días atrás un encuentros con los empresarios catalanes en las instalaciones del Golf Maioris y se comprometió a facilitarles información económica del club en breve. Durante la reunión, que fue organizada por Romeo Sala, amigo personal del andritxol, los interesados expusieron las líneas básicas su libro de ruta y acordaron profundizar en el tema a corto plazo. De hecho, los barceloneses acudirán mañana a Son Moix a presenciar el encuentro ante el Almería y tienen previsto encontrarse de nuevo con el abogado mallorquín el martes en Barcelona.

Alemany ya sabe a qué atenerse. El dirigente isleño ha advertido a los empresarios de que la venta de la SAD balear permanecerá congelada hasta el mes de junio, aunque parece dispuesto a colaborar ofreciéndoles datos sobre la situación económica y financiera del Mallorca, que podría llegar a sus manos este mismo fin de semana tal y como les confirmó ayer mismo.

Operación lenta
En cualquier caso, todo apunta a que la operación, si llega a cristalizar, será lenta. La experiencia vivida con la familia Martí Mingarro ha levantado ampollas en Son Moix y el dueño de las acciones quiere medir muy bien sus movimientos. Su margen de maniobra se ha reducido y ya no hay espacios para caer en viejos errores.

Batalla y Toscas pretenden analizar en profundidad la información durante la semana que viene, realizar un estudio detallado y analizar de forma exhaustiva las posibilidades de la entidad. El objetivo es aclarar sus intenciones antes del viernes y concretar sus planes en función de lo que arrojen los números.

Al margen de esos primeros contactos con Alemany, los empresarios también han extendido sus tentáculos hacia otros sectores de la sociedad mallorquina. En su primer acercamiento al club bermellón han contactado con algunos empresarios locales y aseguran que hay varios interesados en aportar solvencia al futuro proyecto. Eso sí, no volverán a mover sus piezas en esa dirección hasta que no definan la posibilidad de plantear una oferta en firme por las acciones.

Los catalanes cuentan con el referente futbolístico de Joan Laporta, ya que consideran que la grave crisis por la que atraviesa el Mallorca guarda cierta similitud con la del Barcelona que empezó a gestionar en su día el actual presidente azulgrana. No en vano, la empresa que ambos dirigen, 'Batalla Juanola', se dedica a comprar sociedades en una situación económica compleja y a reflotarlas a través de sus planes de viabilidad y sus estructuras financieras. De momento, van a seguir recopilando información y mañana, en Son Moix, comprobarán in situ cómo respira el mallorquinismo. Sus cartas ya están sobre la mesa y a partir de ahora, en función de lo que detecten en las cuentas del club y de lo que decida el propio Alemany, irán abriendo camino.