Àngels Fiol posa en la galería del Club de Tir Olímpic Mallorca. | miquel a. cañellas

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El tiro olímpico balear quiere recuperar el espacio que le corresponde y mirando al futuro, el nombre de Àngels Fiol (Felanitx, 2002) está llamado a recoger el testigo de apellidos ilustres como Tauler, Seguí o Vega. Con Nuria comparte modalidad y una ilusión que la multicampeona de España no pudo alcanzar: ser olímpica. Con ese sueño, mirando hacia París 2024, e incluso más allá, hasta Los Ángeles 2028, la joven deportista del Club de Tir Olímpic Mallorca sigue dando forma a una hoja de servicios que ya llama la atención fuera de la Isla.

Lleva en el ADN este deporte, pues su abuelo fue fundado del Club de Tir Olímpic de Manacor y su padre posee una armería. Integrante del programa de tecnificació del Govern y del Grupo de Alta Competición de la Real Federación Española de Tiro Olímpico, sus inicios radican en la capital del Llevant. A caballo entre el Club de Tir Olímpic Mallorca, Príncipes de España (donde estudia Segundo de Bachillerato) y la residencia de Calanova, ambiciona especialmente «llegar a ser olímpica». Àngels Fiol, entrenada por Guillem Marqués, centrará de cara al próximo curso sus miras en instalarse en la Residencia Blume de Madrid e iniciar sus estudios de Ingeniería Aeroespacial. Otro reto de altura para una campeona que se inició con ocho años, enganchándose a raíz de que su padre iba a competir.

Campeona de España juvenil de Carabina de Aire, igualó su resultado en categoría cadete de un año atrás, buscando la excelencia al compaginar las dos modalidades olímpicas: Carabina de Aire Comprimido de 10 metros y 3x40, en la que también está entre las mejores del país en su edad.

«En un deporte así, es más importante la calidad que la cantidad», refiere Àngels sobre la calidad del entrenamiento. «Compites contra tí misma», añade, buscando metas ilusionantes de cara a 2020 que pueden pasar por «ir al Europeo júnior y puede que a una Copa del Mundo» en una modalidad como la del tiro olímpico en la que «debes echar muchas horas para mejorar y mantener la tensión». Para ello, se ejercita un mínimo de dos horas diarias por las tardes, y araña espacios algunas mañanas para ganar en precisión.

Asentada entre las mejores de su categoría y ambicionando cotas elevadas, Àngels opta por ir «paso a paso», sabedora de que compaginar deporte y formación académica requiere de un gran esfuerzo. Pero la ilusión que destila y a la que acompañan los resultados le permiten «tener cada día las ganas para ir a entrenar y preparar cada competición como lo que es, la más importante».

El apoyo de su familia y de la gente del club es otro punto de referencia para Fiol que ha vivido desde pequeña el tiro olímpico «desde una perspectiva que otros no han conocido. Pero eso me ha ayudado a tomarlo con más ganas y a disfrutarlo. Ahora, toca seguir trabajando para que los resultados lleguen», asegura el gran valor de la cantera mallorquina del tiro olímpico.