El palmarés deportivo de David Bustos González (Palma, 1990) deja hitos para los anales del atletismo balear, como la única final olímpica de su historia, la de los 1.500 metros en los Juegos de Río; o sus dos medallas en los Campeonatos de Europa al aire libre, plata en Amsterdam 2016 y bronce en Helsinki 2012. Muchos otros hitos le sitúan como un referente en una modalidad que ha tenido que aparcar por un tiempo para focalizar sus esfuerzos en «buscar una salida laboral, pensando en mi futuro y el de mi familia», comenta Bustos desde Torrelavega. En la ciudad cántabra inició años atrás, junto a su pareja y su hija, una nueva vida en la que el atletismo ha seguido siendo uno de los ejes que ha articulado su día a día.
«Pero con la pandemia, me quedé sin club, y encima tuve una mala racha con las lesiones. Seguí compitiendo, pero pensé que era el momento de mirar más allá», añade Bustos, que inició una carrera de fondo con resultado positivo. Tras un largo proceso, sacó la oposición para ocupar una plaza en el cuerpo de la Policía Local de Torrelavega. «Buscaba estabilidad y era una buena oportunidad, que encajaba en todos los aspectos», proseguía el atleta, pues todavía no ha decidido colgar las zapatillas de manera oficial y pública. «Para nada. Llevo tiempo sin entrenar ni competir a alto nivel, pero cuando acabe esto, volveré a correr. No sé a qué nivel, pero lo voy a intentar», confiesa Bustos, doble olímpico (Londres 2012 y Río 2016) y exponente de la mediática distancia del 1.500, en la que posee una mejor marca de 3:34.77.
Objetivos
Es consciente David Bustos de que el nivel de su momento de máximo esplendor queda atrás, pero «ilusión tengo», deja claro el mediofondista balear, quien planea «volver a entrenar a un nivel alto, probarme y entonces veré cuál es el listón y a qué puedo aspirar. Si a hacerlo bien en el Campeonato de España o, ¿quién sabe? A lo mejor a un evento internacional», explica David, quien eso sí, contempla los Juegos Olímpicos de París como algo «muy, muy complicado...». Su buena base y condición física han sido claves en un tramo del proceso de selección, «que ha sido complicado, había competencia», admite Bustos, séptimo en la final olímpica de 1.500 metros en Río. «Lo que he vivido me lo quedo como experiencia», dice orgulloso de su carrera en la élite el nuevo agente de la Policía Local de Torrelavega, que estos días acaba el tramo final de su formación para concretar su incorporación definitiva a su plaza y comenzar con la labor que le espera en los próximos años.
Lo que tiene claro es que ahora, «correré sin presión, porque me gusta, cuando quiera y disfrutando. Ya han sido muchos años pendiente del crono... (risas), dice relajado ya tras unos meses «muy intensos». Orgulloso del fruto del trabajo y el esfuerzo, esta vez fuera de las pistas, luce su uniforme y abre un periplo que le permite haber encontrado una salida profesional más allá del atletismo de élite. Una vida dedicada a un deporte que le ha inculcado unos valores que, en este nuevo desafío personal, han sido vitales. Eso sí, el agente Bustos todavía no ha dicho su última palabra y tiene previsto volver a competir. Con más calma, pero con una dosis extra de motivación.
4 comentarios
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Verás que risas si le da el alto a algún malo y éste intenta escaparse corriendo...
Monet ... Ja t'haguessin pogut ensenyar a posar-te sa gorra com toca .... que pareix que t'en vas a "tomar ametlles". AAAAYYYY rei !!!
Aeropuerto David González! Jajajaja!!!