«No era para nada un puerto para mí y sabía que los ataques que estaban lanzando, frente a un Remco tan fuerte, eran casi imposibles para soltarle. Pero me llevo muchas cosas favorables. La confianza de que estamos bien. La confianza, también, en las bajadas. Hace dos meses visteis todos cómo sufría en bajadas y me he notado ya muy bien», explicó sus sensaciones y los siete ataques que realizó.
Aunque, lo que ha destacado Mas es «sobre todo», su «convencimiento de que, con estas piernas, en la Sierra de Guadarrama pueden pasar muchísimas cosas». «Después de esta etapa, más que nunca siento que podemos ir a por todas», se animó, a pesar de que le «habría encantado conseguir la victoria de etapa, sobre todo por el equipo, porque todos los compañeros están de 10».
No obstante, ha querido «dar la enhorabuena a Remco, que ha sido el más fuerte hoy, y pedir perdón a (Robert) Gesink (al que ambos han cazado casi llegando a la meta)». Ya sobre la etapa de este viernes, ha apuntado que la espera «muy rápida y complicada». «Corta, con dos subidas y bajadas rápidas, uno de esos días donde se pueden marcar diferencias», añadió. Y de cara a lo que queda de Vuelta, avanzó que lo va «a intentar a muerte». "¿Que si Remco ha ganado ya la Vuelta? El domingo lo veremos. Hasta el domingo, puede pasar de todo», apuntó.
Mas, por último, se mostró agradecido al cariño que él y el Movistar están recibiendo del público en la Vuelta. "En el equipo estamos pasando unos momentos complicados por el tema de los puntos, y notamos muchísimo el impresionante cariño que nos llega del público. Nos da mucha moral y muchísimas ganas de seguir adelante.
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