Épico oro de Van Vleuten en el Mundial de Ciclismo en Carretera. | DEAN LEWINS

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La neerlandesa Annemiek van Vleuten, lesionada en un codo tras una caída el pasado miércoles en la prueba de relevos mixtos, se ha proclamado nueva campeona del mundo en línea de los Mundiales de Ciclismo en Carretera que se está disputando en Wollongong (Australia) tras sorprender al grupo de favoritas en el último de los 164,3 kilómetros de recorrido. Fue un final inesperado y épico de la corredora de Movistar, la gran dominadora de una temporada 2022 en la que suma el título mundial en línea a sus triunfos en el Giro, el Tour y la Vuelta. La balear Mavi García, en la que tenía depositadas muchas esperanzas la selección española, entró 25ª en un segundo grupo de 13 unidades que llegó a 13 segundos de la vencedora.

Completaron el podio de una carrera marcada por la lluvia, que a veces arreció mucho, la belga Lotte Kopecky y la italiana Silvia Persico, las primeras del grupo de 12 corredoras que entraron a un segundo de Van Vleuten, a la vez gran favorita y sorprendente ganadora. Sexta fue la cubana Arlenis Sierra. La guipuzcoana Ane Santesteban fue trigésima, en un trío que llegó a 4.50 encabezado por la colombiana Paula Andrea Patiño, vigésima octava.

Van Vleuten llegó a estos mundiales como gran favorita para las pruebas elite femeninas, pero la séptima plaza en la crono y, sobre todo, la caída en la carrera de relevos mixtos, en la que se dañó un codo, la hicieron perder opciones en los pronósticos. Sobre todo la caída, que hizo temer hasta por su participación. De hecho, ante sus problemas y tras verse cortada de las mejores en las dos últimas subidas al repecho que marcaba cada una de las seis vueltas al circuito final de 17 kilómetros sobre el que se están disputando estos mundiales, la campeona trabajó más para el triunfo de su compañera Marianne Vos, si se llegaba al sprint, que para el suyo personal. Pero como el grupo de Vos no llegó a cazar al principal, Van Vleuten, que no había hecho más que mirar y mirar hacia atrás casi descolgada en el pequeño pelotón cabecero, aceleró tras entrar en el último kilómetro y ya nadie pudo cerrar ese hueco ante el disgusto de Kopecky, la más rápida, de largo, al sprint. Ese sorprendente final cerró una carrera que se puede resumir en ese momento decisivo y las dos últimas subidas al muro del Mount Pleasant (1.100 metros al 7.7 por ciento de desnivel y tramos hasta el 17%), situado a 7 km. de meta. En ambas quedaron por delante el mismo quinteto, el conformado por la alemana Liane Lippert, de las más agresivas en la subida, la italiana Elisa Longo Borghini, la danesa Cecilie Uttrup Ludwig, la polaca Katarzuna Niewiadoma, la que desató las hostilidades, y la local Ashleigh Moolman.

Tras la penúltima subida quedaron dividas en un grupo de dos delantero (Lippert y Longo) y un grupo de tres que perseguía (Ludwig, Niewiadoma y Moolman) y después de la última rodaron todas juntas. Pero en ambas ocasiones les pasó lo mismo: no se decidieron a dar continuidad a sus ataques y acabaron absorbidas. Lo que dejó a todas sin medalla.

Hasta que se produjeron esos ataques se mantuvieron intactas las opciones españolas, pero con el primero ya se vio que Mavi no tenía las piernas que le permitirían soñar con todo, como esperaba, y con el segundo quedó fuera de toda opción de podio porque el segundo pelotón en el que se quedó, en el que también estaba Vos, no enlazó con la cabeza. Más fuerte, o más hábil, estuvo Arlenis Sierra, que, aún sin fuerzas en la cuesta final para alcanzar la medalla, se metió en el grupo de ocho que dio caza al quinteto cabecero a un kilómetro de meta. Ese fue el momento que aprovechó Van Vleuten para lanzar su inesperado y épico ataque final que le dio su segundo oro mundialista, su décima tercera medalla -seis oros- en grandes campeonatos y redondeó una temporada 2022, la de su 40 cumpleaños, perfecta.