Otra vez el insaciable esloveno. Otra vez con un esprint final con el que demostró que está de vuelta con su mejor nivel. Y otra vez con una brillante gestión de carrera que le afianza como 'Maglia Azzurra' de la 'Carrera de los dos Mares'.
Una sexta etapa, de 193 kilómetros con destino en Osimo en la que estaba en mente de todos los ciclistas la llegada en repecho, un exigente final en un día señalado para los hombres de la general y que el líder finalizó en 4:49:17.
A falta de 25 km. para la meta, tras el naufragio de una fuga de hasta once ciclistas que el Jumbo Visma intentó aprovechar para alargar el pelotón -con Van Aert como liebre-, se quedaron al mando Guillaume Martin (Cofidis), Aleksandr Vlasov (Bora-Hansgrohe), Alex Aranburu y Carlos Verona (Movistar), a los que el pelotón cazó a falta de los dos últimos kilómetros, en el momento decisivo del recorrido.
Intentó Mas dar la machada e inició el ataque final a menos de un kilómetro para la meta, pero Roglic y el británico Tao Geoghean (INEOS), muy atentos, aguantaron en el rueda a rueda al de Artà. El esloveno consiguió ganarle la posición al británico cuando Mas cerró la puerta, se colocó bien y esperó su momento para dar otro cambio de ritmo que fue demasiado para el balear, que no pudo seguir el ritmo y pasó de ser primero a cuarto.
Consiguió Roglic la tercera victoria consecutiva en la Tirreno-Adriático, por delante de Geoghegan y del luso Joao Almeida (UAE), que completaron el podio, y de Mas y Landa, que se quedaron con la miel en los labios tras una gran etapa en la que fueron protagonistas durante los tramos decisivos.
Encara la última etapa, de 154 km, como favorito un Roglic que parece ya 100 % tras la lesión en la Vuelta a España y que apunta directamente al Giro de Italia. Enric Mas y Mikel Landa obtuvieron recompensa a su actuación y recortaron en la general, colocándose sexto y séptimo, respectivamente.
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