Imagen de la plantilla y el cuerpo técnico del Handbol Mallorca. | Pilar Pellicer

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El balonmano de la Isla se dispone a vivir este jueves un día histórico. Y es que el pabellón de La Salle Pont d'Inca alberga a las 12:30 su partido más grande en el debut del Handbol Mallorca en la Copa del Rey. Los hombres de Nando Fernández, que esta temporada se estrenan en la División de Honor Plata, lanzan su particular pulso a la lógica al hacer frente al Cangas Frigoríficos del Morrazo de la ASOBAL con la ilusión de dar la sorpresas y dar continuidad a su sueño en la temporada 2023-24.

Después de cosechar dos victorias y dos derrotas en sus cuatro primeros episodios en el segundo peldaño del balonmano nacional, el Handbol Mallorca quiere escribir la página más brillante de sus 26 años de trayectoria en el torneo del KO. A los isleños no les queda otra que aferrarse a la épica y a su condición de local para intentar reducir la superior de un rival que milita en la máxima categoría y llega al duelo crecido tras su primera victoria de la temporada.

El Handbol Mallorca da un paso más en la trayectoria al alza que ha trazado a lo largo de los últimos años encadenando ascensos hasta romper el techo del balonmano mallorquín para situarlo en la División de Honor Plata y adentrarse en la Copa del Rey en un curso en el que asentarse es su gran objetivo. No en vano los isleños han tenido que hacer frente a una notable remodelación de la plantilla, en la que sigue el bloque principal que consiguió el ascenso y a la que han llegado ocho nuevos jugadores, y también han tenido que adecuarse a las exigencia de la alta competición tanto a nivel deportivo como organizativo.

Desde la humildad y la ambición el Handbol Mallorca quiere disfrutar del premio que supone situarse frente a frente con un clásico de la Liga ASOBAL como el Cangas Frigoríficos del Morrazo sin perder de vista que su realidad es la liga y que la distancia de calidad entre los dos equipos se presume difícil de reducir.