Monti Galmés departe con Robert Sarver en la entrada de vestuarios de Los Pajaritos bajo la atenta mirada de Maheta Molango. | M.A.G.

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Robert Sarver calificó de «inaceptable» el partido que llevó a cabo el Mallorca en Soria y abandonó Los Pajaritos muy enfadado por el espectáculo que ofrecieron los futbolistas sobre el terreno de juego.

El máximo accionista del club llegó apenas media hora antes de empezar el encuentro y tras unos minutos con Javier Olaizola y departir también con un grupo de aficionados, se dirigió al palco presidencial del estadio para presenciar el match. Nadie de la cúpula de club esperaba un comportamiento tan deplorable por parte de los futbolistas. Solo por el mero hecho de que el propietario se encontrara presente en el partido, los dirigentes y técnicos confiaban en que eso fuera una motivación especial para los jugadores...pero nada más lejos de la realidad. Fue un partido patético, de lo peor que se ha visto este año.

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A medida que pasaba el tiempo el propietario fue tomando conciencia de que el objetivo ahora es salvar la categoría y de que el equipo no da la talla. Testigos presenciales consultados por Ultima Hora coincidieron en manifestar que Sarver fue calentándose por momentos y que sus principales reacciones fueron dos: la primera manifestar de inaceptable lo que veía sobre el campo. «Unacceptable» –Inaceptable– decía en inglés observando el partido. La segunda fue dirigir miradas hacia sus hijos en busca no se saber si de consuelo o de querer compartir con ellos la indignación que sentía.

A la conclusión del encuentro el propietario no se detuvo a saludar a la plantilla ni a desearles felices fiestas y decidió abandonar el estadio junto a su familia sin realizar manifestaciones ante los medios.