Aridai y Abdón celebran el segundo tanto del Mallorca. | Miguel Ángel Borrás

TW
43

El Mallorca no ha desperdiciado la segunda oportunidad que tenía para proclamarse campeón del grupo III de Segunda B y ha superado este domingo al Badalona (3-1) para atar el primer objetivo del curso.

Son Moix ha vuelta a sonreír. Y aunque sea para celebrar un título que sin ascenso quedará en nada, ya lo merecía.

La salida del Mallorca ha sido la de un equipo ganador. Desde el pitido inicial se ha visto a un equipo que iba a por la victoria, a pesar de que el empate le bastaba. Y rápido, muy rápido ha conseguido abrir el marcador. En el 3 Abdón ha batido a Marqueta después de rematar casi a placer una buen acción por banda derecha entre Joan Sastre y Aridai. El gol tranquilizaba a la grada y también al equipo.

El gol tempranero no relajó al Mallorca, que seguía insistiendo. La imagen del equipo hoy ha sido realmente buena, justo lo que necesitaba en un día como hoy.

Noticias relacionadas

Tanto apretó el conjunto de Vicente Moreno que llegó el segundo a la media hora. Esta vez de Aridai en conexión con Abdón, que ha realizado un gran encuentro. El canario batió a Marqueta, con ayuda del portero, para matar casi definitivamente el partido. A partir de ese instante ya empezó la grada a celebrar el título, a pesar de que quedaba algo más de una hora para el final del choque.

El paso por los vestuarios sacó a relucir el hambre de los baleares. En el 46 Bonilla estuvo a punto de anotar el tercero. Una falta lejana y un nuevo error del portero visitante fueron el resto de protagonistas del casi gol.

El Badalona se soltó tras el primer cuarto de hora de la segunda mitad. Tuvo sus oportunidades pero ahí estaba Reina, salvador en un par de situaciones realmente comprometidas. Pero el partido estaba para que el Mallorca se luciera.

En el 74 llegó la estocada final. Salva Sevilla, imperial durante todo el choque, anotó el tercero. Un disparo desde fuera del área que se coló en la meta del Badalona. Ahora sí, el público cantaba 'Campeones, campeones'. Era su momento.

La fiesta llegó con el pitido inicial pero antes los catalanes se llevaban su premio en forma de gol. Escaso botín para lo que estaban jugando.