El delantero del Reus Linares y el punta del Real Mallorca Álex López luchan por un balón durante el partido. | @cfreusdeportiu

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Reus: Édgar Badia, Olmo, Catena, Linares, Ricardo Vaz, Fran Carbia (Querol, m. 70), Mikel Villanueva, Moore, Gus Ledes, Juan Domínguez (Álex Carbonell, m. 70) y Mario Ortiz.

Real Mallorca: Parera, Joan Sastre, Xisco Campos, Raíllo, Fran Gámez, Dani Rodríguez, Baba, Pablo Valcarce (Buenacasa, m.80), Lago Junior, Carlos Castro (Stoichkov, min. 60) y Álex López (Abdón, m. 88).

Árbitro: Vicandi Garrido (comité vasco). Amonestó a los locales Catena y Vaz y a los visitantes Buenacasa y Xisco Campos.

Goles: 0-1, Valcarce, m. 70; 0-2, Lago Junior, de penalti, m. 89.

El Real Mallorca ha sacado tres puntos de oro en su visita a Reus para seguir instalado en las plazas que dan acceso a disputar las eliminatorias de ascenso. Tras una primera mitad gris, el equipo de Vicente Moreno ha obtenido la recompensa a su mejoría en el segundo acto abriendo el marcado en el minuto 70 por mediación de Valcarce y sentenciando en el 89 con una diana de Lago Junior a un rival que apenas ha dado muestras de peligro demostrando su mal momento.

Con las novedades esperadas en el once de Baba supliendo al sancionado Pedraza y Pablo Valcarce haciendo lo propio por el lesionado Aridai y la sorpresa de Carlos Castro en lugar de Stoichkov, el Mallorca se ha adueñado del control del partido. No obstante, ninguno de los contendientes ha disfrutado de ocasiones en un tramo inicial trabado.

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La única ocasión de peligro de la primera mitad ha llegado por la banda izquierda en una buena incursión de Joan Sastre en combinación con Lago Junior, pero el disparo del porrerenc desde el interior del área lo ha mandado a córner Édgar Badia.

El conjunto de Vicente Moreno ha tenido la situación muy controlada y ha condicionado el plan de juego del Reus, cuya apuesta por la posesión se ha visto limitada a circular el esférico en su propia parcela. No han sufrido los bermellones, pero tampoco han inquietado en exceso más allá de un disparo desviado de Valcarce y un intento de chilena de Raíllo.

Sin noticias del Reus en ataque salvo dos barullos en el área de Parera, los visitantes han estado bien plantados en defensa en la primera mitad y han echado en falta la canalización en el juego de Salva Sevilla. La falta de acierto en el último pase y las contadas subidas de los laterales mallorquinistas han deparado un primer acto marcado por el centrocampismo.

En la reanudación, el Mallorca ha firmado un inicio efervescente con una aproximación de Álex López y una llegada de Carlos Castro que ha sido frustrada por Édgar Badia, aunque los de Ciutat también han respirado con alivio cuando Raíllo ha salvado bajo palos el cabezazo de Linares a los 57 de juego.

Vicente Moreno ha dado entrada a Stoichkov por un desapercibido Carlos Castro cuando el partido ha empezado a abrirse y el Mallorca mostraba mejor dinámica. Gámez y Lago han empezado a atreverse en el uno contra uno y una gran cabalgada del segundo ha provocado una falta que ha resultado clave. El balón rechazado inicialmente por la defensa lo ha recogido Valcarce para mandar ajustado al palo un potente disparo cruzado que se ha convertido en el 0-1.

Los bermellones han recogido la recompensa a la buena disposición con la que han irrumpido en el segundo acto y el Reus ha acusado el golpe. Los locales, sin recursos para generar peligro, se han encomendado a las acciones de balón parado para tratar de amenazar la portería de Parera, que casi no ha tenido que intervenir.

El Mallorca se ha encargado de que no sucedieran muchas cosas en los últimos compases. Ha dormido el partido para poner a salvo su botín y se ha encontrado con la posibilidad de sentenciar. Lago Junior ha forzado un penalti y ha asumido la responsabilidad en el 89. Édgar Badia ha repelido el disparo, pero el máximo realizador de los rojillos ha aprovechado el rebote para liquidar la contienda y alargar la buena dinámica de los bermellones, que seguirán en posiciones de playoff al reencontrarse con la victoria a domicilio y encadenar seis jornadas sin perder.