Maheta Molango, en una reciente entrevista con este diario. | Jaume Morey

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Hace mes y medio estaba al frente del Mallorca, con el que vivió como directivo dos ascensos consecutivos, de Segunda B a LaLiga Santander. Tras su destitución y en búsqueda de nuevos proyectos, el abogado suizo Maheta Molango ve a los clubes españoles «mejor preparados que otros» para esta crisis.

«Los clubes españoles van a sufrir como cualquier otra empresa, pero comparados con países de nuestro entorno, estamos mejor preparados» explica el exconsejero delegado del Mallorca, en una entrevista telefónica en la que consideró «clave» que se reinicie la competición cuando remita la pandemia de coronavirus.

Molango, exdelantero nacido en Suiza (Saint Imier, 1982) e internacional con la selección del Congo se labró una carrera como abogado laboralista antes de saltar a los despachos del fútbol en 2016, cuando los estadounidenses Robert Sarver y Andy Kohlberg (dueños de los Phoenix Suns de la NBA) y el exjugador de baloncesto Steve Nash compraron el Mallorca, del que salió en febrero pero del que está «convencido» que se salvará cuando se reanude el torneo.

Ahora, ya fuera del conjunto de Son Moix, analiza la situación laboral de los clubes españoles -es profesor de Derecho Laboral en la Universidad Pontificia Comillas ICADE- en la que augura «situaciones controvertidas» con los jugadores que acaban contrato, si la temporada se reinicia más allá del 30 de junio.

-Pregunta (P): ¿Podrán los clubes españoles superar este bache?
-Respuesta (R): El punto de partida es que siendo un sector al que muchas veces se tacha de alejado de la realidad, todos los actores clave han mostrado que su prioridad es la salud y superar la pandemia, creo que ese es un mensaje muy positivo. En España, la buena noticia es que desde hace cinco años se implementaron reglas de 'fair play' financiero muy estrictas, que desde dentro pueden parecer frustrantes porque te impiden ir al ritmo de crecimiento que te gustaría, pero nos colocan en mejor posición que otros países para hacer frente a esa situación. Habrá momentos de dificultad, pero el panorama es muy diferente al que hubiera sido hace cinco o seis años. Cuando no entra dinero hay que tomar medidas. Creo que por suerte estamos mejor preparados que otros para sufrir, porque vamos a sufrir como cualquier empresa, pero si nos comparamos con otros países de nuestro entorno estamos más preparados para la tormenta.

-P: ¿Qué clubes están en mejor y peor situación?
-R: Es difícil saberlo cuando no conoces los detalles. La clave para la situación es si se reinicia el campeonato o no. Si somos capaces, cuando sea dentro de un marco razonable, de acabar la temporada, es posible que podamos recuperarnos bien. Si somos capaces de arrancar, los clubes podrán seguir aunque tengan menos recursos que lo previstos, porque aunque se arranque habrá menos taquilla.

-P: ¿Qué pasaría a nivel económico si no se puede completar la competición?
-R: Es difícil. Hasta donde sé, ahora mismo el escenario que se maneja es acabar como sea, creo que es lo que están trabajando todas las instituciones. De hecho la FIFA estudia que los contratos tendrían una vigencia más allá del 30 de junio, eso abre la puerta a jugar en julio y acabar. Si no somos capaces de finalizar habrá que ve qué ocurre con los contratos de televisión, abonos, etc.

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-P: Si se juega más allá del 30 de junio, aunque la FIFA diga que se amplían los contratos, ¿los jugadores que acaban contrato tendrían que prorrogarlo con su club?
-R: Es un conflicto habitual entre un ente privado como es la FIFA y el derecho laboral español. Está claro que si fuéramos a jugar más allá del 30 de junio, probablemente se darían casuísticas legales interesantes de dilucidar, porque entraría en conflicto la norma de la FIFA con las normas de cada país, y al final habrá que ver si el derecho laboral local prevalece o no, yo me inclino que sí como laboralista, pero habrá que verlo en su caso.
Creo que es pronto para meternos en este escenario, pero anticipo situaciones controvertidas a nivel contractual.

-P: En los últimos días estamos viendo varios Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en los clubes españoles, ¿qué tipo de expedientes se están dando en el fútbol español?
-R: El punto de partida es que, siendo un club de fútbol una empresa, no es ajeno a optar a algún tipo de medida. El peso que tienen los sueldos de los jugadores dentro de la cuenta de resultados de los equipos es muy importante, en algunos casos llega al 50% de sus recursos, con lo cual si hay un periodo en el que no pueden desempeñar su trabajo pueden adoptar algún tipo de medida. Ahora mismo hay tres caminos: un ERTE por fuerza mayor, que no necesita negociación sino una comunicación a la autoridad laboral y los trabajadores; un ERTE por causas económicas, que ahí sí puedes negociar con tus empleados; y el tercer camino sería el del permiso recuperable. En la parte de los jugadores está el debate de que aunque tú no puedas jugar sí puedes entrenar, por eso diferencian la plantilla de futbolistas de otros trabajadores, con lo cual muchos clubes en lugar de una suspensión total hacen una reducción de su jornada laboral. El problema es que es un tema no puramente legal, sino de gestión de tu plantilla, porque esa plantilla con la que adoptas medidas será la misma a la que pedirás que consiga objetivos cuando se reinicie. Por eso se está siguiendo un camino de buscar acuerdos más que imposiciones unilaterales.

-P: ¿Cómo se imagina el siguiente mercado de traspasos, cuando este ocurra?
-R: La característica de la situación actual es la incertidumbre total. Incluso en crisis anteriores, como la de 2008, siempre había otro mercado que iba bien, ahora es una crisis global. Creo que habrá una situación en la que los clubes con liquidez podrán aprovechar para hacer negocio, y otros tendrán que apretarse el cinturón, pero es difícil predecir el mercado. Habrá que pensar cuándo empezará y cuándo terminará. Es difícil, pero cuando hay crisis también hay oportunidades, sobre todo para quien salga menos dañado y tenga liquidez. Habrá que ver qué pasa con el campeonato que viene, cómo afecta a la televisión, cómo quedan los patrocinadores, porque en este escenario habrá que ver quién apuesta o quién no por el fútbol y quién tiene dinero para hacerlo. Para mí lo positivo es que todo el mundo es muy consciente de que lo importante es la salud.

-P: En febrero dejó del ser consejero delegado del Mallorca, ¿cuáles serán sus siguientes pasos?
-R: Ya estaba en la docencia desde antes, cuando me tomé una excedencia (en el despacho de abogados Baker McKenzie), y ahora estoy analizando distintas oportunidades de volver al sector. La historia del Mallorca fue muy positiva, un club que cogimos al borde del abismo y en el que hice gestión de crisis durante cuatro años. Cuando bajas de Segunda a Segunda B hay muchos interrogantes, y la manera en la que le dimos la vuelta subiendo dos años seguidos y acabando en Primera, ha hecho que inversores de fuera les atraiga la opción de invertir en España, porque hemos demostrado que se puede hacer.
La idea es explorar inversiones extranjeras en España o si no unirme a un proyecto en un club donde sea capaz de aplicar lo que aprendimos en el Mallorca. Hay varios inversores extranjeros que valoran entrar en España

-P: ¿Por qué se produjo su salida del Mallorca?
-R: No fue una salida traumática, ni mucho menos, fue una cuestión de tener puntos de vista diferentes en cuestiones clave, cuando has pasado cuatro años muy bonitos yo creo que no es bueno desgastarse. Tanto ellos como yo reflejamos de forma pública eso.
Estoy muy agradecido por la oportunidad, creo que no hay ningún equipo que haya hecho un descenso y dos ascensos consecutivos. Era una cuestión de tener una visión diferente sobre el futuro del club, si no se está alineado es mejor que cada uno elija su camino. Yo estoy muy agradecido y creo que he devuelto la confianza.

-P: ¿Ve al equipo, que está en puestos de descenso, consiguiendo la permanencia si se reinicia la temporada?
-R: Estoy convencido de que la conseguirá, porque creo que es un grupo de jugadores extraordinario. No hay que olvidar que el Mallorca tiene el límite de plantilla más bajo y compite con clubes con más capacidad como Espanyol, Leganés o Celta. Al equipo le sobra casta, carácter, ha habido jugadores que tuvieron ofertas de grandes clubes hace meses y ni se lo plantearon. Eso demuestra la calidad humana del grupo. Evidentemente tocará sufrir, pero creo que hemos demostrado que ante la dificultad hay gente que se viene arriba y se crece, como en el playoff de ascenso contra el Deportivo, cuando remontamos el 2-0 de Riazor ganando 3-0 en Son Moix. Si hubieran hecho falta cuatro goles, habría sido 4-0.

-P: Y si la competición no se reanuda, ¿debería el Mallorca no aceptar un posible descenso?
-R: No lo sé, no me quiero meter donde no me llaman, eso lo tendrán que dilucidar quienes estén en el club. Pero creo que son momentos en los que no hay que pensar de forma individual sino de forma colectiva. Para el Mallorca cualquier escenario que no sea acabar la Liga no es positivo. Que el sector vaya mal nunca es positivo. Yo creo que eso todo el mundo lo tiene claro, hay que acabar.