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Aunque se puedan intuir muchas cosas, el mallorquinismo nunca llegará a saber porqué uno de sus grandes iconos del siglo XXI decidió romper su contrato y largarse al Espanyol. Así lo decidió el propio actor principal de la historia, Vicente Moreno Peris, que se despidió con una gélida carta (con el membrete de su agencia de representación) y apenas 24 horas después era presentado en el RCDE Stadium.

La elección de Moreno es lícita, pero también decepcionante. El entrenador que sacó al Mallorca del pozo y lo acomodó junto a la aristocracia, privó a la hinchada balear de su versión de los hechos y también de una aproximación fidedigna de como se maneja por dentro la SAD balear. A Moreno se le intuía a disgusto desde el verano pasado, aunque meses después su fuga resultó explosiva.

Ni el despido de Maheta Molango (antiguo consejero delegado) pudo suavizar la incomodidad del entrenador valenciano, un hecho que permite deducir que tampoco se encontraba a gusto con el proyecto que le puso Ortells sobre la mesa. Moreno decidió pagar para liberarse del Mallorca e irse al Espanyol, un detalle que también abre todo tipo de especulaciones pero que define su ansia por cerrar su etapa en el club bermellón. Eso si, su silenciosa despedida aclara que no quiso dejar heridos. Nunca sabremos si fue lo mejor o lo peor para el Mallorca.