Ángel Rodríguez intenta avanzar ante Munir, Fernando y Diego Carlos. | M.A. BORRÀS

TW
0

El Mallorca se incorpora este fin de semana a una autovía hacia la permanencia. Instalado en una posición desahogada del campeonato —es 12º con 13 puntos, a cinco de la línea que marca el descenso—, el conjunto bermellón tiene siete partidos por delante para cerrar la cremallera del 2021 y situarse ante el ecuador de una Liga en la que empiezan a aparecer los primeros cortes. Un tramo bien señalizado del torneo en el que los de Luis García Plaza se van a enfrentar a seis posibles rivales directos en la carrera por la supervivencia.

El Nuevo Mirandilla —hasta el pasado verano Ramón de Carranza— establece el nuevo punto de partida para un Mallorca que viene de ofrecer una buena cara frente a enemigos de talla superior pero que necesita llenar de puntos la despensa. Porque aunque en las once primeras jornadas ha caminado siempre sobre suelo firme —no ha bajado de la 13º posición— las distancias con el barranco todavía son relativamente estrechas. Mañana en Cádiz se encontrará con un equipo que acaba de meterse en las arenas movedizas de la clasificación, que solo ha ganado un partido y que además lo hizo como visitante. Más allá de ser un rival históricamente propicio, el estadio cadista, a diferencia de otros escenarios malditos, como el de Anoeta, lleva tiempo ofreciéndole escapatorias al conjunto balear, que no pierde allí desde comienzos de 1991. Curiosamente, ese día Álvaro Cervera, hoy entrenador amarillo, era titular y disputaba todo el encuentro a las órdenes de Llorenç Serra Ferrer con el conjunto bermellón (1-0).

Noviembre será un mes marcado en negrita a la hora de acelerar en la subasta por la salvación. Antes de que la Liga se congele por tercera vez en lo que va de curso para atender a los compromisos de las selecciones pasará por la caja de Son Moix un Elche irregular que se ha ido oxidando. Será otro encuentro en el que atar los tres puntos en casa supondrá una tarea innegociable.

Tras quince días sin competir la carretera volverá a empinarse y el Mallorca regresará a Vallecas para toparse con otro recién ascendido que se ha disfrazado de revelación en esta primera parte de la temporada. Después de ganarle al Barça, el cuadro rayista, que sobre el papel también iba a estar metido en la puja por salvarse, se ha acomodado en la quinta plaza y sigue avanzando terreno. El mes se abrochará en Palma contra un Getafe bajo sospecha. De momento, ya ha gastado la primera bala del cambio de entrenador y todavía no ha ganado un solo encuentro, así que todo apunta a que se presentará en Son Moix sin haber resuelto del todo sus problemas.

El último mes del año será el más exigente por el tamaño de los oponentes y todo dependerá de la velocidad a la que circule el Mallorca. El primer escollo será frente al Atlético de Madrid, seguramente el único de los siete rivales que faltan por tachar en este 2021 que está a salvo de la pelea por sostenerse en Primera. Será el aperitivo a otros dos duelos peligrosos frente a equipos que pese al arsenal que administran siguen afincados en la parte trasera de la Liga, Celta y Granada. El partido contra los nazaríes, en el Nuevo Los Cármenes pondrá el punto y seguido antes del paréntesis navideño. Después, solo quedará otro encuentro para doblar la esquina de la competición y archivar la primera vuelta.Será contra el Barcelona y, en principio, el día 2 de enero. Pero esa será otra historia...

El apunte

«Creo que se van a mantener»

El entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, alabó al Mallorca, su rival de mañana en el estadio Nuevo Mirandilla. «Es un buen equipo, una de las sorpresas de la Liga. Juega bien con y sin balón y, salvo con el Madrid, que le metieron muchos goles, mantiene relativamente bien su portería. Aprieta y gana los duelos individuales. Creo que se va a mantener en Primera», sentenciaba. El técnico también se mostró contrariado con la situación de su equipo, instalado ahora en puestos de descenso, y reconoció que ha «perdido cosas», sobre todo «solidez defensiva».