Aguirre sabe que le equipo en casa ha merecido mejores resultados, pero por el momento las victorias se resisten. Solo ha conseguido una por la mínima ante el Almería. | Miquel Àngel Borràs

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El Mallorca progresa adecuada mente durante esta temporada. Resulta evidente que el equipo de Javier Aguirre ha experimentado una mejoría en el juego durante estas doce jornadas disputadas. Sin embargo, la asignatura pendiente de los bermellones está en el déficit de puntos que deja escapar en Son Moix. Cinco de dieciocho es una cifra muy pobre, aunque también es cierto que los rivales que han visitado el campo de Camí dels Reis ha sido muy considerables. Por la Isla han jugado Betis, Barcelona y Sevilla y los tres han ganado, aunque por la mínima. Empató ante Girona y Espanyol y ganó al Almería.

Solo un triunfo y dos empates es muy poca recompensa sobre todo porque en según qué partidos el once bermellón ha estado a la altura y merecido un premio mucho más suculento. No obstante, valorando el fútbol que está haciendo el equipo, lo cierto es que poco a poco va dando pasos hacia adelante. Lo más sobresaliente es que en cada partido eleva el listón y aumenta el número de minutos donde las cosas se hacen bien o muy bien. Ante el Espanyol y Valencia resistió la primera parte y en la segunda pudo sentenciar ante los periquitos y en Mestalla remontó el marcador.

Aguirre pone siempre el foco en ese aspecto de mejora que experimenta el grupo tanto con un sistema de cinco atrás con dos laterales muy abiertos como cuando toca situar un 4-4-2 y elaborar algo más de fútbol. En ambos casos la mejoría es evidente, pero resta que en casa esto se convierta en buenos resultados. A poco que aumente el registro de victorias en Son Moix, el equipo tiene que tomar impulso y mantener una velocidad de crucero que le permita consolidarse en la zona templada de la clasificación.

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Regularidad

Salvo el encuentro de Liga disputado en San Mamés ningún equipo ha sido absolutamente superior al Mallorca. El Madrid aprovechó sus momentos, pero también durante cierto tiempo el equipo compitió. Los motivos que explican la mejoría radican principalmente en la solidez defensiva que exhibe el grupo con un eje de la zaga muy serio y un Copete que parece que lleva toda la vida en Primera y dos laterales, a los que hay que unir ahora Gio, que están ayudando a dar una imagen de absoluta solidez atrás. En la línea medular es donde más se ha ido cambiando cosas el entrenador en su intención de buscar la mejor sociedad posible.

Baba firmó un partido magistral ante el Espanyol; Galarreta sigue dando pasos adelante e incluso Battaglia, pese a que en ocasiones mide mal y toma muchos riesgos en las tarjetas, ha ayudado a construir la idea de zona ancha que quiere Aguirre. A partir de ahí la recuperación de Amath es una gran noticia, al igual que la nueva etapa de Dani Rodríguez, que con el paso de las jornadas está volviendo a ser ese futbolista capaz de generar fútbol, tener llegada y asociarse con la zona delantera. Muriqi hace el resto, fija a la defensa rival y ayuda en ataque, aunque es cierto que cuando se deja ver demasiado por al zona ancha su capacidad de peligro disminuye. Este domingo ante el Villarreal existe un componente nuevo y es la necesaria construcción de una nueva defensa para afrontar el choque en el estadio de La Cerámica. Las bajas de Maffeo y Raíllo, sancionados, obligarán a mover ficha y a situar a Russo o Nastasic en el centro en lugar del cordobés.

Valjent y Copete mantendrán su posición mientras que Gio arrancará de inicio en el costado diestro y Costa en el zurdo. La ausencia del capitán andaluz es muy notable por todo lo que aporta no solo futbolísticamente, también por su presencia, liderazgo y jerarquía. Ante el Villarreal, otra vez uno de los peores rivales a visitar, tocará volver a firmar un partido muy serio para intentar no venir de vacío. Esta primera ‘miniliga' antes del parón Mundial tiene dos últimos choques muy comprometidos.