«Se dio así. Ha sido un partido diferente al que se esperaba, pero estoy tranquilo, porque me deja cosas buenas, como esa capacidad para rebelarse que ha tenido el equipo, superando ese 1-2, que ha sido increíble que pasara y que es lo que hay que mejorar», ha explicado.
También ha destacado «los cambios, cómo entraron, a darlo todo, porque en un equipo todos son importantes, los que están dentro y los que están en el banquillo», y ha insistido en que el problema ha sido la «fortuna», con ese rebote del balón en la mano de Larin, ya prácticamente con el tiempo cumplido.
Al hilo del tiempo añadido, que no se ha agotado, el entrenador uruguayo ha indicado que «el árbitro también es un ser humano y se equivoca, no dejando más minutos, y con el penalti, porque el balón pegó en la mano de Larin, pero el VAR se sale del contexto y no se fija en el movimiento del jugador, en que no es un acto voluntario».
«Una cosa es que pegue en la mano, y otra que sea penalti», ha matizado Pezzolano, quien ha resaltado que, con tan pocos días de trabajo con su nuevo equipo, lo que ha tratado de hacer es «trabajar la cabeza del jugador cuando se viene de un mal momento», y por eso se queda con su rebeldía.
En este sentido, ha comentado que «la plantilla ha jugado al máximo hasta el final y, de no haber sido por la mano, la victoria se habría quedado en Valladolid», pero ha advertido que «Hay que seguir trabajando para ser capaces de recuperarse ante las adversidades, como se ha hecho en este partido».
«Hay que tener más paciencia y se irá generando confianza, a medida que se vayan consiguiendo cosas, porque los goles de Monchu y Kike han sido fruto del trabajo realizado durante la semana, lo que significa que han estado aplicados», ha añadido.
Considera que su estreno en el José Zorrilla ha estado «bien» porque LaLiga «es una de las mejores del mundo» y se siente «afortunado» al estar en ella, y ha agradecido el apoyo de la afición «a la que hay que dar el máximo para tenerla a morir, y que empujen desde fuera».
Respecto al hecho de que los tres goles del rival haya llegado a balón parado, ha especificado que «se trata de combatir las cualidades del rival» y, en este caso, sabían que el Mallorca tenía «gente alta» en esa faceta, por lo que habrá que seguir trabajando en esas debilidades.
En cuanto al cambio de banquillo respecto al que utilizaba su predecesor en el cargo, José Rojo 'Pacheta' ha indicado que le gusta hablar con los colegiados y, desde esa zona tiene más cerca al cuarto árbitro".
En cuanto a los silbidos de la afición a Roque Mesa y Plano, cuando fueron sustituidos, ha apuntado que «ellos mismos cambiarán esa imagen», aunque cree que ambos «hicieron una buena primera mitad» y no les cambió por una mala actuación, «sino porque se buscaba una revolución y Roque tenía una amarilla».
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