Javier Aguirre, entrenador del Real Mallorca, gesticula durante el partido del pasado sábado contra el Valencia en Son Moix. | Miguel Ángel Borrás

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La visita a la Real Sociedad de este sábado (14:00) sitúa al técnico del Real Mallorca, Javier Aguirre, ante la necesidad de recomponer sus piezas para alcanzar el equilibrio que persigue y para ofrecer una respuesta a la altura de la exigencia que representa intentar asaltar Anoeta. Las bajas de hombres importantes como Pablo Maffeo, Antonio Raíllo y, sobre todo, la más reciente de Sergi Darder obligan a retoques más allá de los recambios naturales y la variante de Cyle Larin en ataque también invita a nuevas opciones en una línea de vanguardia que puede definir en gran medida el plan bermellón en territorio donostiarra.

Generar el dibujo y el contexto más propicios para encontrarle acomodo al fichaje del verano, Sergi Darder, había sido uno de los grandes rompecabezas que quería resolver Javier Aguirre, pero la baja del centrocampista artanenc da paso a otras alternativas que suponen una mirada al pasado. Ante las dificultades para dar con un recambio natural al centrocampista mallorquín, el regreso a la defensa de cinco para dibujar una nueva sala de máquinas es una opción que gana enteros para hacer frente a uno de los equipos con mayor caudal ofensivo y que más balón monopoliza durante sus encuentros.

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Las ausencias de Pablo Maffeo y Raíllo reducen el margen de maniobra de Aguirre para la defensa, aunque la necesidad de blindar la portería de Rajkovic reabre la vía de los tres centrales con Gio González como comodín, ya que poder formar como zaguero o carrilero derecho. Con Valjent como fijo y Nastasic un paso por delante de Copete y Van der Heyden, las incógnitas se ciernen sobre estos últimos.

Ganar en contundencia defensiva es capital para dar con el equilibrio que persigue el preparador mexicano, que también revisará sus esquemas en ataque ante la variante que ofrece otro de los grandes fichajes del verano como Cyle Larin. La continuidad de Abdón o la velocidad de Amath abren el abanico de alternativas arriba, pero la necesidad de dar con un rol más influyente del canadiense también es importante. Sus últimas apariciones no han cumplido con las expectativas, especialmente en casa, por lo que a domicilio puede sentirse más liberado.

La convivencia en la delantera con Muriqi podría ayudar a fijar a los centrales de una Real que y generar una sociedad que ponga en aprietos a los defensas de Imanol, aunque contar con el kosovar en solitario en ataque también puede definir en gran medida el juego de un Mallorca que aspira a romper la maldición de Anoeta y multiplicar el valor de sus últimos empates.