El partido, envuelto en una polémica previa por el horario matutino, ha empezado con los de Gustavo Siviero volcados buscando la remontada. Sin embargo, el conjunto ‘pobler' había montado una maraña defensiva para evitar que los jugadores más creativos del Mallorca B sacasen a relucir sus trucos. A pesar del empeño de los veteranos, Eliott se ha sacado de la chistera su primer truco. Con un disparo lejano, el canterano bermellón ha batido a Xavi Ginard para inaugurar el marcador y poner a los suyos en ventaja.
A partir de ahí, el partido ha entrado en una vorágine de miedos y temores por ambos equipos. El Poblense tenía claro que había que encontrar un gol para volver a liderar la eliminatoria y Óscar Troya ha mandado a los suyos en busca de la gesta. A pesar de la insistencia, los azulgrana se han topado en varias ocasiones con un Quevedo espléndido que ha mantenido a sus compañeros con vida hasta la prórroga. Antes de tiempo extra, los visitantes han pedido un penalti que ha supuesto la expulsión de Troya por las protestas.
En el tiempo añadido, los mallorquinistas se han sabido mover mucho mejor. El cansancio ha hecho mella en los dos equipos, pero la juventud de los locales ha jugado a favor. Siviero ha ordenado tranquilidad y sus pupilos se han adormecido el partido con posesiones largas que han evitado sustos innecesarios. De esta manera, el filial del Mallorca se ha clasificado de manera sufrida para la gran final por el ascenso ante un equipo peninsular. Lo ha hecho abonado al sufrimiento y dejando dudas de si sería capaz de mantener la categoría.
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