Esta vez, el sorteo puro ayudó a los mallorquines que partirán con un punto de ventaja: la vuelta en Son Bibiloni el fin de semana del 22 o 23 de junio. En esta última fase, el mejor clasificado ya no tiene el handicap ventajoso en caso de empate. El Mallorca B deberá ir a por la victoria sí o sí porque en caso de empate global ya no tendrá validez la situación. En caso de igualada se disputará una tanda de penaltis decisiva.
Los asturianos, por su parte, son un club humilde de la localidad del Entrego que cuenta con apenas 7.166 habitantes y que se ha metido contra todo pronóstico en la gran final por el ascenso. Los rojiblancos fueron fundados en 1997 por lo que es una entidad relativamente nueva y se enfrenta a un hito histórico en su corta vida.
En la liga regular finalizaron la competición regular quintos con 63 puntos. En el playoff autonómico ya saben lo que es eliminar a un filial. En la primera fase consiguieron doblegar al Sporting B ganando 2-3 en Mareo tras empatar en la ida 0-0. En las semifinales fueron muy superiores en la primera batalla ante el Lealtad al que ganaron por 3-0, pero en la vuelta sufrieron para mantener la renta. Un 2-0 final les dio el pase a una final histórico para el municipio asturiano.
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Que no se confíe el Mallorca B y saque un buen resultado en Asturias para que la semana que viene pueda rematar la faena en Palma. Así ascenderá y evitará el descenso a Preferente de algún equipo de Tercera.