Marvin Singhateh y Tona Pou. | Jaume Morey

Hablar de Connect’Up es hablar de un programa que ha logrado transformar el panorama emprendedor de Balears y, al hacerlo, es imposible no reconocer la labor de dos personas que han sido claves en su evolución: Tona Pou y Marvin Singhateh. Como coordinadores, han ido más allá de la simple gestión, consolidándose como los pilares sobre los que se edifica el éxito de esta iniciativa. Su entrega diaria y su dedicación son fundamentales para que el concurso siga liderando la innovación.

Tona y Marvin no solo aportan su gran experiencia en el mundo del emprendimiento, sino que se entregan de manera plena al programa. Gracias a su implicación, Connect’Up se ha convertido en un espacio donde se da cabida a la creatividad, la colaboración y el espíritu innovador. Su trabajo va mucho más allá de coordinar actividades; son dos de los motores que impulsan el programa, actuando como puentes entre proyectos, empresas e instituciones locales, promoviendo alianzas y creando una red de apoyo vital para el ecosistema emprendedor de Balears.

Desde el primer momento en que Connect’Up comienza a gestarse, Tona y Marvin están presentes, planificando, organizando y asegurándose de que cada paso esté alineado con la visión del programa. Detectan oportunidades, favorecen la cooperación entre los actores y mantienen una visión clara de lo que es necesario para seguir avanzando. Gracias a su enfoque proactivo, esta plataforma sigue es un referente en innovación, proporcionando a los emprendedores las herramientas y el conocimiento necesarios para prosperar en un entorno altamente competitivo.

La pasión con la que Tona y Marvin se entregan se refleja en cada aspecto de Connect’Up. No se limitan a cumplir con sus responsabilidades; ponen su corazón en cada tarea, en cada interacción, en cada proceso de mentoría. Esto ha permitido que el programa se convierta en un escenario que apoya y acelera proyectos. Además, son una verdadera boya de apoyo para los emprendedores cuando decaen, brindándoles respaldo y motivación en los momentos de incertidumbre o desgaste. Esto ha permitido que el programa se convierta en un escenario que apoya y acelera proyectos, promoviendo un entorno donde cada emprendedor se siente respaldado para alcanzar sus metas.