Las fechas navideñas se convierten en un momento idóneo para reunirse con la familia y los amigos y disfrutar de suculentas comidas y cenas. Muchas personas aprovechan estos días para lanzarse a la cocina y dar rienda suelta a sus dotes culinarias, pero hay que tener en cuenta que no todo el mundo sabe cocinar y que, en el caso de que se sepa, hay muchos días de fiesta.
Los hoteles y restaurantes son una gran opción, ya que permiten disfrutar de sabrosos platos sin la necesidad de invertir tiempo entre los fogones ni ensuciar la cocina. En estas fechas los distintos locales ofertan menús especiales con recetas más elaboradas que pueden resultar especialmente atractivas a los clientes. En Mallorca hay una gran cantidad de restaurantes que se adaptan a los gustos de cada uno, ya sea con la tradicional comida mallorquina, los platos de origen italiano o con menús más exóticos. Infinidad de opciones que dan la posibilidad de vivir unas fiestas diferentes degustando platos que en muchos casos serían difíciles de preparar en casa. Además, el comer fuera de casa tiene bastantes ventajas, por ejemplo en el caso de las comidas familiares se consigue que el acto se celebre en un lugar neutro, de modo que no recae el peso de la limpieza y la elaboración de la comida en unos pocos miembros. Muchos restaurantes ofrecen menús de degustación que permiten disfrutar de un buen banquete a un precio cerrado de antemano.
Pero si lo que se desea es estar en el hogar en estas fechas tan señaladas, aunque no se tengan ganas de cocinar o los conocimientos sean bastante básicos, existe la opción de la comida a domicilio. Distintos locales ofrecen sus menús especiales tanto para llevar desde el lugar como a domicilio, de este modo se logra tener platos elaborados y de calidad en casa sin esfuerzos ni trabajos en la cocina.
Finalmente si lo que se quiere es cocinar se puede recurrir tanto a los tradicionales libros de recetas como a platos de tradición familiar o incluso a vídeos de internet que muestran paso a paso cómo elaborar cada plato. Y, en el caso de que el guiso saliese mal, siempre se podrá acudir al restaurante de la vuelta de la esquina para deleitarse con sus recetas. Aunque no hay que olvidar que el mejor condimento para una buena comida es la compañía.