El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha asegurado que «vincular» las subidas salariales a un concepto «tan volátil» como la inflación es «irreal» y «más aún cuando es la más alta desde hace 37 años».
Así lo ha expresado en una entrevista concedida a Europa Press en la que ha destacado que hay que tomar medidas que «tengan en consideración» la situación real de las empresas, «que hoy es muy delicada, después de la destructiva pandemia y en un contexto marcado por la fuerte subida de los precios de las materias, las energías y los combustibles».
«Deberíamos ir sustituyendo conceptos retributivos obsoletos por otros vinculados a los resultados, es decir, ligar las retribuciones a indicadores cuantificables como la productividad. Estamos en una situación de guerra, donde la inflación se ha convertido en un problema grave que nos afecta a todos: a las familias, a las empresas, al consumo... Todo se ha devaluado y ha perdido valor, todos tenemos menos dinero y poder adquisitivo», ha añadido.
Reconoce Rus que los que se produce empresarialmente también sube, «porque al empresario le suben las materias primas, los carburantes y la electricidad, mientras baja el consumo». Esta situación «tendrá que repercutir en el precio final, si el mercado lo permite». Se trata de una «espiral constantemente ascendente» que puede terminar en un «corralito» si no se ponen en marcha «mecanismos necesarios para combatir esta situación».
«De hecho, se corre el riesgo de que se contagien los salarios entrando en lo que se conoce como una espiral salarios-precios y generando aún más inflación», ha subrayado. «Si llevamos a nuestras empresas a situaciones límite, es decir, si les ponemos más cargas de las que puedan soportar, serán inviables, tendrán que cerrar y echar a la calle a sus trabajadores», abunda Rus, al tiempo que incide en que hay que tener en cuenta que más del 95 por ciento de nuestro tejido productivo son pymes, micropymes y autónomos, más vulnerables a las subidas de los costes de producción y a la pérdida de márgenes de beneficios.
«Lo último que quiere un empresario es cerrar, al contrario, queremos seguir trabajando y crear empleo, y para ello tenemos que ser competitivos»,ha aseverado el presidente de la CES.
Rus también se ha referido al hecho de que un número considerable de grandes empresas, de diversos sectores, no hayan renovado sus convenios. «No te puedes comprometer a subir a tres años cuando ni siquiera sabes cuánto va a durar esta situación, y si la inflación se va a convertir en una espiral o vamos a conseguir dominarla». En este sentido, «la única opción es firmar acuerdos razonables con revisiones lógicas que puedan ir asumiendo las empresas y los mercados. De lo contrario, habrá sectores a los que no les salgan las cuentas y prefieran no firmar porque puede suponer su fin», aclara.
«Hay que recordar que el Salario Mínimo Interprofesional acumula un incremento del 52,6% desde 2016, al pasar de 655 a 1.000 euros, según Cepyme, que, además, calcula, que estas subidas continuadas han impedido que se crearan 161.000 empleos en el país y han comprometido la creación de decenas de miles de puestos este año», ha señalado Rus.
El presidente de la patronal ha subrayado que las empresas contribuyen más de un tercio de la base de cotización de cada trabajador a la Seguridad Social, que oscila entre el 32 y el 38%. Además, «con el 'destope' de las cotizaciones» este coste laboral se incrementará alrededor de un 10%. «Llama mucho la atención que España sea uno de los países donde más cuesta contratar y que más paro tiene. Esto genera una gran desventaja competitiva con respecto a otras empresas extranjeras, implica un gran riesgo de fuga de talentos y, desde luego, es un gran obstáculo para crear empleo de calidad».
Relaciones con sindicatos
El presidente de la patronal se ha mostrado convencido de que en esta legislatura llegarán a pactos razonables la Junta, la CEA y los sindicatos «siempre que tengan en cuenta la situación real de las empresas y que puedan ser asumibles por éstas». Al final, «un exceso de presión por parte de los sindicatos puede acabar en todo lo contrario, es decir, en destruir empleo y que sean menos asumibles sus reivindicaciones y que pongan en riesgo el futuro de muchas empresas».
«Tampoco se puede politizar todo a nivel nacional, como ha pasado en los últimos meses, porque se creará un clima de crispación que será malo para todos y que terminará afectando a la productividad y eficiencia de las empresas. Tenemos que mirar todos por Andalucía», ha señalado Rus.
En el caso de Sevilla, la relación de la CES con los sindicatos sevillanos es «buena y responsable», ha reconocido Rus, y «trabajamos siempre conjuntamente buscando soluciones razonables para las empresas y los trabajadores. Quiero poner en valor que a través de nuestras asociaciones se negocian convenios colectivos que afectan a más de 50.000 empresas y a más de 300.000 trabajadores en Sevilla».
Asimismo, la CES recuerda que desde la pandemia «hemos trabajado conjuntamente proponiendo medidas por la recuperación y el empleo, reivindicado las infraestructuras que son fundamentales y estratégicas para el futuro de Sevilla o compartiendo proyectos para fomentar la industria en la provincia». Ambas partes estamos «firmemente convencidos» de que cuantas más empresas más empleo, «lo que es igual a mayor actividad económica y progreso, y, por tanto, mayor bienestar social».
Nueva legislatura andaluza
En relación al nuevo Gobierno andaluz, que ha echado a andar hace unos días, Rus ha manifestado que en Andalucía estamos en una situación «privilegiada». Para los empresarios «es muy importante la estabilidad, y una mayoría garantiza que haya Presupuestos durante los próximos cuatro años, lo que da tranquilidad a los inversores y los mercados, y hace que los proyectos tengan continuidad y podamos adaptarlos a los Fondos Europeos».
«Espero que el nuevo Gobierno andaluz sepa gobernar escuchando al resto de partidos y, sobretodo, que trabaje en el día a día con las asociaciones empresariales por las empresas andaluzas. Hay que poner en marcha programas de impulso económico y de apoyo a los sectores productivos e impulsar la productividad de nuestra economía mediante el diseño eficiente de incentivos económicos y fiscales», ha añadido Rus. El apoyo público «debe ser tanto financiero, como normativo».
En su opinión, «hay que seguir trabajando en medidas regulatorias que faciliten la inversión, que eliminen trabas y burocracia, que permita la flexibilidad y la diversificación, que impulse la internacionalización, y que facilite el proceso de transformación digital que la sociedad demanda».
Por último, Rus ha recalcado que «necesitamos una región moderna donde haya oportunidades laborales. Hay que atraer empresas que vengan, se instalen e inviertan en Andalucía. Que los jóvenes encuentren un trabajo con el que desarrollar y construir su vida, que podamos retener el talento».
«Tenemos que aprovechar esta situación de estabilidad, con respecto a otras zonas de España, para que nuestras empresas sean más grandes, mejores y más competitivas. Para ello, es necesario fomentar las fusiones con alguna bonificación y con planes estratégicos que tuvieran apoyo de la Administración», ha afirmado Rus.
Por otro lado, «algo que me preocupa mucho es la sequía», reconoce. «El agua es el oro de nuestra tierra. Es muy importante la gestión del agua. De hecho, la infraestructura más importante de nuestra tierra es el trasvase Tajo-Segura, que venga el agua que sobra de allí en invierno y que tengamos sitio donde almacenarla aquí para poder garantizar este recurso vital y poner más superficies en regadío. Esa es la clave: Andalucía es industria agroalimentaria. Somos y queremos seguir siendo la despensa de Europa», ha concluido.
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