Arantxa Tapia | JOSE IGNACIO UNANUE

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El Gobierno Vasco se ha fijado el objetivo de impulsar un incremento «masivo» del autoconsumo de energías renovables en la industria y de establecer un mecanismo de 'interrumpibilidad' --una medida que solicitará al Ejecutivo central al ser una cuestión de competencia estatal-- para tratar de dar respuesta al «extraordinario reto» que plantea la «drástica» reducción en el consumo de gas que solicita la Unión Europea ante los actuales problemas de suministro.

Estas medidas se recogen en el borrador del 'Plan de Contingencia Energética' de Euskadi presentado este viernes por la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia.

En un primer avance de este 'Plan de Contingencia Energética' dado a conocer el pasado 29 de julio, el Gobierno Vasco argumentaba la necesidad de este tipo de medidas en que, «si bien es cierto que en Euskadi no se prevén limitaciones de suministro de gas de cara al próximo otoño/invierno, sí se constata que esta realidad nos va a impactar, como poco, en el incremento del coste de este recurso, así como en el incremento del precio de la energía en general».

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En este contexto, desde el Gobierno Vasco ya se advirtió entonces de que la «alerta energética» planteada por los problemas de suministro y de encarecimiento del gas en la Unión Europea «nos exige contribuir hoy a la reducción del consumo de gas y de energía, a fin de actuar a tiempo para minimizar tensionamientos en el otoño/invierno».

La presentación del avance sobre el plan energético de Euskadi, que planteaba recomendaciones sin carácter obligatorio, se produjo apenas dos días antes de que el Gobierno central aprobara, el 1 de agosto, un primer paquete de medidas de ahorro y eficiencia energética.

Las medidas aprobadas por el Ejecutivo español, que en este caso sí son de carácter obligatorio y afectan a todo el Estado, incluyen la obligatoriedad de limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano, así como de fijar en un máximo de 19 grados la calefacción en invierno, en determinados edificios públicos, espacios comerciales, infraestructuras de transporte, o locales culturales y hoteles.

(Habrá ampliación)