El Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada ha conseguido suspender el tratamiento farmacológico oral a 25 pacientes con leucemia mieloide crónica, de forma controlada y manteniendo la estabilidad de esta enfermedad oncohematológica, en el marco de los avances llevados a cabo dentro de un estudio multicéntrico liderado por este hospital, en el que se atiende a unos 75 afectados, con una incidencia de siete casos nuevos al año.
Este jueves es el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica, una enfermedad hematológica que se produce cuando las células de la médula ósea ocasionan la proliferación descontrolada de leucocitos, o glóbulos blancos. Los tratamientos se centran en la quimioterapia oral, concretamente, en administrar fármacos específicos diariamente y de forma crónica.
El servicio de Hematología y Hemoterapia es referente en investigación y en este hospital existen distintas alternativas terapéuticas con respecto al uso de los fármacos.
La aparición de medicamentos diana, como los inhibidores de tirosina cinasa, ha cambiado radicalmente el pronóstico y calidad de vida de los afectados en los últimos años, lo que ha cronificado esta patología, con altas tasas de supervivencias globales y disminución patente de progresión a fases avanzadas.
El jefe de este servicio asistencial, José Manuel Puerta, ha señalado que «se trata de una hemopatía oncológica que ha experimentado una gran evolución terapéutica en los últimos 20 años tras la aparición del primer fármaco dirigido a su específica diana terapéutica, hasta el punto de considerarla una hemopatía con una alta supervivencia». La aparición de estos medicamentos ha permitido realizar estudios de discontinuación del tratamiento debido al mayor grado de respuesta molecular.
Este hospital granadino coordina el primero que se realiza en España, junto con el Grupo Andaluz de Leucemia Mieloide Crónica (GALMC) de la Asociación Andaluza de Hematología y Hemoterapia (AAHH) y que, según este especialista, «tiene un gran interés científico debido al beneficio clínico que supone en los pacientes como es la interrupción de una medicación crónica, lo que permite la disminución de efectos secundarios relacionados con el tratamiento y mejora en la calidad de vida».
Para Puerta, que, además de jefe de este servicio, es el director del Biobanco de Andalucía, con sede en Granada, "los últimos avances de investigación en hematología y hemoterapia permiten un diagnóstico más preciso de las enfermedades oncohematológicas y el diseño de tratamientos más específicos y eficaces, para una medicina personalizada o de precisión'.
En Andalucía ya se han beneficiado de la discontinuidad del tratamiento 103 pacientes, 25 de ellos en Granada, con unos requisitos como llevar cinco años en terapia y los tres últimos con la enfermedad controlada en respuesta molecular profunda.
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