Archivo - Policías nacionales vigilan la manifestación de apoyo a Pablo Hasel durante los disturbios en Barcelona (España), a 17 de febrero de 2021 | David Zorrakino - Europa Press - Archivo

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El Parlament de Catalunya ha cerrado la Comisión de Estudio sobre el Modelo Policial con opiniones dispares sobre el uso del foam, después de más de 22 sesiones y 100 comparecencias.

Después de que los grupos parlamentarios hayan presentado sus propuestas sobre las conclusiones de dicha comisión, la CUP y los comuns apuestan por «prohibir» el uso de estas herramientas durante las actuaciones policiales.

Sin embargo, ERC no expresa su voluntad de eliminar las balas de foam y propone «impulsar una regulación básica sobre el catálogo de armas y herramientas de uso policial»; Junts urge a sustituir su uso por otras herramientas menos lesivas, y PSC-Units pide una revisión periódica para incorporar o retirar herramientas.

Asimismo, Vox insta a dotar a los Mossos d'Esquadra de todos los instrumentos, técnicas y herramientas de gestión del orden público (foam, gas pimienta o cañón de agua) y autorizar el uso de todos ellos, y Cs exige al Govern que priorice «adecuadamente el dimensionamiento y el equipamiento de los Mossos d'Esquadra para que puedan desarrollar sus tareas esenciales de servicio».

Otras propuestas

PSC-Units proponen que quién fiscalice a los Mossos d'Esquadra sea el Síndic de Greuges y, que si es necesario, cree una unidad especializada que asuma esta función de control.

Desde ERC proponen limitar el tiempo de estancia de los agentes de los Mossos a las unidades de orden público y crear un mecanismo de control externo e independiente que supervise las actuaciones de los agentes así como una oficina que apoye a las personas víctimas de vulneraciones de derechos humanos, además de priorizar «la prevención, el diálogo y la mirada social» de los policías.

La CUP apuesta por realizar reformas estructurales en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra y establecer mecanismos de control democrático, reparación y garantías de no repetición ante la impunidad policial.

Por su parte, los comuns apuestan por la disolución de las unidades de orden público de la policía catalana y sustituirlas por «nuevas unidades territoriales, con carácter polivalente, que respondan a los nuevos criterios de intervención policial en materia de orden público» y que tengan formación especializada en derechos humanos.

Asimismo, Junts quiere mantener las unidades de orden público «necesarios para una convivencia armónica» aunque asegura que el uso de la fuerza tiene que ser el último recurso e insta a incorporar la mediación como herramienta prioritaria.

Cs manifiesta que los protocolos y procedimientos de actuación tienen que revisarse para conseguir las máximas garantías de seguridad y para preservar los derechos de las personas implicadas en la vía pública, además asegura que se tiene que evitar cualquier injerencia política partidista dentro del cuerpo.

PP solamente ha expresado que el conseller Elena no ha tenido «pudor alguno en ceder al chantaje de la CUP y utilizar a los Mossos como moneda de cambio, dejándolos a los pies de los caballos y poniendo algo tan delicado como la configuración del modelo policial de Catalunya en manos de los antisistema».

Para acabar, Vox pide diseñar un nuevo modelo policial «plenamente profesional, sin injerencias políticas y con plena neutralidad ideológica», y dice que es necesario mantener, reforzar y potenciar las unidades de Brigada Móvil (Brimo) y el Área Regional de Recursos Operativos (Arro), dotándolas de todos los medios humanos y materiales.