Las investigaciones comenzaron el pasado mes de abril de 2022 a raíz de una serie de robos y hurtos de tapas de alcantarillado, imbornales y de registro, cometidos en la localidad de Guillena, así como en las poblaciones de Burguillos, Castilblanco de los Arroyos, Aznalcóllar, Gerena, La Rinconada y Sanlúcar la Mayor, Las 700 arquetas tienen un valor aproximado de 200.000 euros, según informa la Guardia Civil en una nota de prensa.
El robo de estos materiales «no sólo es preocupante desde un punto de vista económico, sino que al estar situados en la misma calzada dejaban a la vista huecos que podían llegar a tener una profundidad de dos metros», de modo que provocaba un «riesgo grave de accidente» para viandantes y vehículos, «además de permitir la salida de ratas».
La Guardia Civil comprobó que los investigados almacenaban las arquetas para su posterior distribución en centros de reciclaje. Con objeto de justificar la procedencia del material sustraído, simulaban pertenecer a empresas de construcción y reformas ficticias, así como centros de almacenaje de residuos, llegando a presentar documentos emitidos por las citadas empresas con identidades falsas.
Las tapas de arquetas eran camufladas bajo el nombre de «chatarra industrial», llegando el grupo criminal a introducir durante un año más de 80.000 kilos de hierro en el mercado. Como consecuencia de las inspecciones realizadas, se levantaron varias actas administrativas a los centros que no disponían de licencia de apertura municipal y estaban receptando el material sustraído.
Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, decretándose el ingreso en prisión del líder del grupo desarticulado.
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