Con ello, se reduce la emisión de gases nocivos como el amoníaco y se consiguen alimentos más sanos. El consejero de Agricultura, Ganadería y Medioambiente, Joaquín Olona, y el gerente de la firma Fertinagro, Sergio Atarés, han firmado el 'Acuerdo de licencia de los derechos de patentes en referencia a la tecnología de aumento del valor fertilizante de los estiércoles', por el que dos patentes se centran en estabilizar el nitrógeno de los purines en las granjas y las otras dos potencian que dicho nitrógeno en el purín sea aprovechado en los cultivo, lo que permitirá que el nitrógeno quede fijado en el suelo y no vuelva a contaminar.
Lambán ha reconocido que la empresa presidida por Generoso Martín, siempre ha sido una corporación «especialmente implicada y comprometida con la Comunidad» y, por ello, ha agradecido «la inestimable generosidad» y el interés mostrado por ceder al Gobierno de Aragón sus adelantos tecnológicos para facilitar la implementación de soluciones técnicas que resuelvan el problema actual de purines al colectivo de granjas agrícolas y, por consiguiente, mejore los cultivos, convirtiendo a Aragón en líder de la sustitución de fertilizantes minerales por orgánicos.
Beneficios
El presidente de Aragón se ha hecho eco de un estudio del Departamento de Economía de la Universidad de Zaragoza, que cifra el beneficio potencial para el sector entre los 90 y los 100 millones de euros al año.
El beneficio por la aplicación de las tecnologías de las patentes se calcula en 10 euros/plaza, por menos bajas en granja y más producción de purín. Cada granja podría obtener un resultado neto superior a los 20.000 euros y el beneficio social y medioambiental se cifra en mil millones de euros.
El citado estudio se basó en una granja con 2.000 piezas y alrededor de 250 hectáreas de cultivo. Tras la aplicación a coste de estos fertilizantes, el beneficio para ese tipo de instalaciones se calcula en más de 20.000 euros.
De hecho, se aumenta el índice de transformación, por la disminución del impacto de amoníaco. La producción en los cultivos aumentó en un 17% y la producción de proteína creció un 11%.
Inversión
Por este acuerdo, el Gobierno de Aragón se compromete a promocionar el uso de los fertilizantes orgánicos, verificando que su aplicación aumenta la sostenibilidad de los suelos y facilitando que los agricultores se ahorran hasta un 40%, pues no se computan los costes de la investigación y desarrollo de la empresa Fertinagro Biotech que, entre proyectos de investigación asociados y la inversión en tecnología en industria, ha sido de casi 60 millones de euros.
En condiciones de mercado, la compañía aprovecharía estas patentes para obtener de este mercado al menos un 30%, es decir, unos 27 millones de euros al año por las patentes. No obstante, renuncia a este beneficio.
Por ello, el presidente aragonés ha agradecido esta forma de «democratizar» su uso, haciendo un paralelismo con el caso de las patentes de las vacunas del covid.
Por su parte, el gerente de Fertinagro, Sergio Atarés ha manifestado su «orgullo» por que Aragón pueda seguir siendo «una de las regiones donde los alimentos son más sanos y sostenibles y, a la vez, sean los más asequibles» en aplicación de la cesión de patentes.
«La transición hacia sistemas alimentarios más sanos y sosenibles es un imperativo», ha continuado Atarés, apostando por «impactar lo menos posible en la naturaleza y recircular todo el valor nutricional que tienen los productos».
Condiciones
El Gobierno de Aragón y Fertinagro han firmado una licencia parcial, temporal y circunscrita al territorio de la Comunidad Autónoma, que incluye la cesión de cuatro patentes, que en conjunto serán conocidas como «la tecnología de los purines».
Dicha tecnología que se refiere a una serie de procesos y sustancias que, utilizadas de la forma que se recoge en las diferentes patentes, tiene un impacto ambiental positivo sobre la producción porcina, así como un incremento del poder fertilizante de los purines. Más concretamente, permite reducir de una forma sencilla y práctica las emisiones de amoníaco asociadas a la descomposición de los purines.
Asimismo, la aplicación estos procesos y sustancias también incrementa de forma significativa el poder fertilizante de los propios componentes que ya tiene el purín.
Fertinagro ostenta el monopolio sobre la fabricación, comercialización y desarrollo se esta tecnología y seguirá siendo el titular de las patentes, pero el Gobierno de Aragón podrá utilizarlas como ayuda en la producción agrícola de los campos de explotaciones agrarias de su demarcación geográfica.
El Gobierno de Aragón, según ha explicado el consejero de Agricultura, Ganadería y Medioambiente, encara así «un gran reto», como es sustituir los fertilizantes inorgánicos por orgánicos, añadiendo que Aragón se adelanta a la Directiva de la UE para reducir la emisión de gases nocivos.
Olona ha comentado que los agricultores y ganaderos quedan eximidos de los 'royalties', más allá de la aceptación de la concesión y ha apuntado que el acuerdo regula el abordaje del proceso de difusión de esta tecnología.
Una experiencia piloto en las Cinco Villas puede ser ya operativa en el plazo de dos meses y a partir de ahí se evaluarán los efectos a corto y largo plazo --dos años--. A través de las cooperativas y las Agrupaciones de Defensa sanitaria (ADS) se compartirá con los productores aragoneses la aplicación de estas patentes que, además, no les supondrá la obligación de inversión en tecnología.
La sostenibilidad económica y ambiental de la agricultura y de la ganadería aragonesa hace imprescindible y urgente la sustitución de los fertilizantes minerales por los fertilizantes orgánicos procedentes de los estiércoles y purines, pero para ello, es preciso impulsar la transferencia de conocimiento y la mejor fórmula para llevarlo a cabo es mediante la colaboración público-privada, como la de este caso, que Lambán ha loado y agradecido por contribuir a hacer de Aragón una comunidad líder en la solución de un problema grave, «reduciendo sustancialmente emisiones difusas y alcanzando un efecto descomunal».
Aragón se proponía el pasado mes de noviembre ser la primera Comunidad en sustituir los fertilizantes minerales por los orgánicos. Durante el I Encuentro Internacional Renowagro, 'Recursos orgánicos para la sostenibilidad del sector agroalimentario', organizado por las Cátedras del Grupo Tervalis y el Gobierno de Aragón. Lambán aseguraba entonces, ante las más de 800 personas que se dieron cita en Zaragoza, que será Aragón quien lidere el uso fertilizante de los desechos orgánicos, convirtiéndolos en recursos estratégicos que impulsen una agroalimentación asequible, saludable y sostenible.
Precisamente, la especificidad de los suelos es una de las cuestiones que España, como país mediterráneo de la Unión Europea, quiere objetar. Si la sostenibilidad empieza por el suelo --y no en la planta como hasta ahora--, es necesario aplicar un cambio de paradigma, pero aplicándolo en las características de nuestros suelos.
El jefe del Ejecutivo autonómico advirtió entonces sobre este particular y se propuso trabajar desde el Gobierno de Aragón para promover la reforma normativa con el fin de que no prevalezca el criterio de los países del norte en detrimento de los del sur, cuyos suelos son muy diferentes. En Aragón, concretamente existe una doble disponibilidad: la generación de fertilizantes y la disposición de suelos suficientes para su aplicación.
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