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Una examinadora de Tráfico de Almería ha sido denunciada en los juzgados por un delito de odio después de que, durante un examen de conducir, se dirigiera «reiteradamente» a un chico transgénero de 23 años como mujer usando el nombre que le fue asignado al nacer y pese, además, a su evidente apariencia masculina; unos hechos por los que la Jefatura Provincial de Tráfico ha abierto también un expediente informativo para aclarar lo sucedido.

Según ha explicado a Europa Press el padre del joven, Alberto M., los hechos tuvieron lugar el pasado día 14 cuando su hijo le llamó por teléfono «afectado» desde la autoescuela para pedirle que fuera a recogerlo después de haberse examinado de la prueba práctica del carné de conducir y haber suspendido, según avanza además el diario 'La Voz de Almería'.

«Cuando llegué estaba sentado en un escalón, completamente blanco», ha narrado su progenitor, quien ha detallado que su hijo le confesó haberse sentido «humillado por parte de una de las examinadoras» cuando, en presencia de otras personas, se había dirigido a él por su «antiguo nombre y género» tanto al ser llamado para hacer la prueba como durante el desarrollo de la misma.

El denunciante, que asegura contar con el testimonio tanto de su profesora de la autoescuela como de otro usuario que también acudió a examinarse ese día, ha señalado que Tráfico contaba con la documentación de la partida de nacimiento rectificada en su poder así como con correos electrónicos remitidos desde la academia de conducir en la que se advertía del nombre y género del afectado.

«Tanto el testigo como la profesora vieron además que tenía a bolígrafo el nombre de él», ha relatado el padre del chico, quien ha explicado que tras la prueba de un compañero llegó el turno de su hijo para hacer el examen, durante el cual se dirigió a él en «en tres o cuatro ocasiones» por su antiguo nombre pese a haberle pedido que no lo hiciera, conforme a esta versión de los hechos. «Él está hormonado desde hace muchos años, con barba. No cabe confusión», ha defendido el padre del afectado.

El joven, pese a sentirse «humillado», optó por realizar la prueba al constatar que la examinadora «no aceptaba que es un hombre», de modo que al terminar el examen le comunicaron que había suspendido por una falta «muy grave» en una intersección --rechazada por el resto de testigos que iban en el coche-- que, según han detallado, habría cometido al inicio del ejercicio, pese a lo cual, la prueba no se detuvo en ese momento. Esto ha motivado además que la denuncia sea interpuesta también por una presunta prevaricación administrativa.

Ante tal situación, el joven y su padre acudieron a las dependencias de la Jefatura Provincial de Tráfico para solicitar explicaciones así como una disculpa, si bien no llegaron a ser recibidos ni por la examinadora, ni el jefe de examinadores ni el responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico, de modo que fueron los dos funcionarios que los recibieron quienes le trasladaron unas «disculpas».

La familia, que ha solicitado una audiencia con el subdelegado de Gobierno, José María Martín, acudió al juzgado en funciones de guardia, donde interpusieron una denuncia por estos hechos, de forma que dos días después no han recibido llamada de la Jefatura Provincial de Tráfico, desde donde sí se ha contactado con la autoescuela.

«Nunca hemos pretendido ir más allá de unas disculpas que nunca recibí, salvo por parte de dos funcionarios», ha lamentado el padre del afectado, para quien la situación ha sido «dolorosa» al darse una «agresión» a los derechos de su hijo cuando es «la propia administración pública la que tiene que protegerlos».