Aragoneses-Plataforma Aragonesista priorizará la defensa del medio rural como condición de cualquier acuerdo de gobierno, ha señalado la presidenta de la formación aragonesista, Elena Allué.
En una nota de prensa, Allué ha manifestado: "No queremos planificaciones hidrológicas sobre el Ebro como la recientemente aprobada, ni una PAC como la última que castiga sobremanera a los profesionales. Solo han aprobado normas que machacan el futuro de nuestros pueblos, sin que el Gobierno de Aragón haya movido un dedo
ante Pedro Sánchez para impedirlas".
Allúe ha subrayado que, ante la inminente convocatoria de elecciones autonómicas, el desarrollo rural aragonés será uno de los ejes básicos de cualquier acuerdo con su formación. Un planteamiento axial para Aragoneses como recogen sus propios estatutos plasmado en el compromiso de «defender el territorio aragonés para que las personas puedan vivir en sus municipios sin barreras ni limitación de sus derechos fundamentales».
«Soy una mujer que vive en la ciudad, pero hija y nieta de personas que nacieron en el medio rural, como la mayoría de los aragoneses. Hay que unir esfuerzos para sumar. Lo urbano y rural remando juntos, tirar uno del otro y al revés, para lograr el desarrollo desde la igualdad de todos, vivamos donde vivamos. Queda mucho por hacer, como hemos visto con los recortes de los servicios de ambulancias o de transporte en pequeños municipios», ha indicado Elena Allué.
Para Aragoneses, la hipocresía de la agenda política y sus actores al hablar de la España vaciada es máxima, pues con sus palabras "se dicen defensores del medio rural, pero luego, con sus hechos, aprueban planes y normas que lo debilitan, como ha sucedido recientemente con la Ley de Bienestar Animal, que ha enfrentado al medio rural y urbano de forma estéril y puesto en la picota a
cazadores, ganaderos y tradiciones de nuestros pueblos".
Ha señalado también en nombre de Aragoneses, Ramón Millán, quien fuera alcalde de Castellote y presidente de la Diputación Provincial de Teruel.
Agroindustria
Conscientes de la importancia que juega la agroindustria como instrumento contra la despoblación, para Aragoneses será fundamental «compensar desde Aragón los errores de la nueva PAC, el diseño de medidas eficaces para la incorporación de jóvenes agricultores o el apoyo decidido a las explotaciones agrarias familiares, que comienza por apoyar a la familia como pilar básico económico y social, deben ser ejes fundamentales».
Millán también se ha referido a la necesaria modernización y agilización de la administración, donde abundan «las trabas que dificultan la actividad principal de agricultores y ganaderos».
Tras recordar el compromiso y la aportación del sector primario durante la reciente pandemia, ha enumerado algunos de los problemas que asfixian a los profesionales, como «el desorbitado precio del combustible, escasez y elevado coste de fertilizantes, una política hidrológica que ha eliminado 730 hectómetros cúbicos de la regulación de nuestros ríos con importantes mermas en el regadío», por lo que ha
urgido a una «rebelión de los habitantes del medio rural contra esta política que mientras habla de la España vaciada la condena al ostracismo».
Resulta «indignante» que el Gobierno Aragonés «se haya puesto de perfil» ante el mayor recorte de recursos que ha tenido la cuenca del Ebro, con treinta embalses menos.
Despoblación
Desde Aragoneses se rechaza la idea de que el medio rural está vacío, «está lleno de esperanza, de personas que elegimos vivir allí, que somos los mayores guardianes del medio ambiente, los que conservan las tradiciones, cuidamos de nuestros mayores. No hay ecología posible sin personas», ha remachado Millán.
Igualmente se alerta sobre el ataque de los socialistas a los cazadores, que cumplen «una función ecológica regulando la demografía de algunas especies devastadoras que de otra forma alcanzarían superpoblaciones, como sucede con las plagas de conejos, cabras, jabalís o corzos», lo que denota, a su juicio, «tanta ignorancia como soberbia».
Por ello, la deuda contraída por la sociedad con quienes, renunciando a las facilidades de la vida urbana, nos proporcionan la base de nuestra alimentación y contribuyen a mantener el medio ambiente en perfecto estado para el disfrute de todos "debería ser resarcida, lo que implica necesariamente diseñar una política fiscal diferenciada, que atraiga hacia el campo --sin ahuyentar la que
ya tiene-- población joven, talento y compromiso".
"Ni Aragón ni España puede fallar al sector primario de nuestra economía, principal valedor del cuidado de nuestro medio ambiente, ni hacer leyes contra el medio rural ni cuestionar nuestras tradiciones.
«Desde el autogobierno de la Comunidad Autónoma, se pueden hacer muchas cosas, si quieren mantener territorios vivos, es hora de un Pacto por el Medio Rural Aragonés y estar unidos frente a los gobiernos de la nación que legislan contra él», ha concluido
Ramón Millán.
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