El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. | CORTES DE ARAGÓN.

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El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha apostado por la colaboración público-privada para gestionar los bosques, impulsando la centrales de biomasa para evitar los megaincendios de sexta generación. «El problema actual es la infrautilización del monte y su aprovechamiento no está reñido con su conservación, sino todo lo contrario», ha aseverado.

Lambán ha comparecido en la sesión plenaria de las Cortes y ha aseverado que «es imposible que con medios públicos se pueda limpiar el bosque en invierno: O recurrimos a la privada y la convertimos en rentable o todo lo que queramos hacer está destinado al fracaso».

Impulsar las centrales de biomasa «nos obliga a dialogar con el Gobierno de España para introducir cambios normativos importantes e impulsar políticas nuevas, si realmente queremos dar con las soluciones eficaces a esta clase de incendios, si queremos preservar el medio ambiente, generar riqueza en el medio rural y lo más importante: Reforzar la seguridad existencial de gentes que viven en los pueblos».

Ha informado a la cámara de que ha enviado una carta a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para proponerle el desarrollo de las centrales de biomasa, priorizándolas sobre la producción de energía renovable fotovoltaica y eólica.

En su misiva, Lambán ha propuesto «cambiar radicalmente determinadas normas, las prioridades y los enfoques sin queremos que dentro de unos años no nos pasemos el verano asistiendo a verdaderos dramas ecológicos y humanos».

En concreto, ha pedido priorizar las centrales de biomasa en los futuros concursos de capacidad de acceso a la red eléctrica por delante de las plantas fotovoltaicas y eólicas, dirigir las subastas de renovables a la biomasa, que actualmente no es rentable y declarar el interés autonómico de las inversiones en las centrales de biomasa.

Otras propuestas son que las subastas para la gestión forestal sean de zonas amplias para rentabilizarlas, la gestión público-privada de los cauces de ríos, convertir los cauces en propiedad pública y «habilitar algún sistema de limpieza» para aliviar las avenidas.

Autoprotección

El presidente de la Comunidad Autónoma ha considerado necesario perfeccionar el sistema de protección civil para incluir «la cultura de la autoprotección a través de la sensibilización ciudadana, sobre todo en educación», así como reconocer la «excelente labor» del CECOPI y conseguir que los operativos de limpieza de bosques se dediquen «prioritariamente» a las inmediaciones de los cascos urbanos. También ha planteado las quemas controladas a cargo de la Administración.

A su juicio, la selvicultura productiva es «lo más urgente y efectivo para hacer frente a los incendios que no pueden apagarse, la única manera de extraer de manera efectiva la biomasa», lo que -ha manifestado-- no se puede hacer solo con medios públicos. La Ley de Montes se puede desarrollar «sin excluir posibles ajustes de la misma».

«Lo cierto es que queda mucho por hacer», ha aseverado Lambán, para quien es conveniente favorecer la disponibilidad de biomasa como recurso y llevar a cabo cambios normativos para impulsar las centrales de biomasa, «sin las cuales es imposible solucionar el problema de los incendios de sexta generación».

La selvicultura productiva permitiría obtener energía equivalente al 25 por ciento del petróleo que se importa en España y crear empleo, ha apuntado.

Megaincendios

El jefe del Ejecutivo autonómico ha elogiado el trabajo de los servicios de extinción de incendios forestales y ha aplaudido la gestión del director general de Medio Natural, Diego Bayona, y de la responsable del servicio SOS 112 Aragón, Carmen Sánchez.

Lambán ha advertido de que la tendencia a los grandes incendios forestales tiende a «agravarse», recalcando que los denominados de sexta generación «no se pueden apagar» y ha manifestando que «existe el riesgo de que todo el Pirineo pueda arder en un megaincendio incontrolable y hay mayor probabilidad en el Sistema Ibérico», con «consecuencias devastadoras en términos ambientales y de riesgo para las personas», apuntando que en los últimos 13 años han muerto en Europa más personas por incendios que a causa del terrorismo.

Tras puntualizar que la única causa de los nuevos incendios forestales no es el cambio climático, ha considerado que el principal motivo es «la ingente acumulación de biomasa», consecuencia de la pérdida de actividades tradicionales, la «aversión» al aprovechamiento productivo del monte y a la prohibición del mismo en los programas de conservación.

En los últimos ocho años se ha triplicado el presupuesto para la gestión forestal y se ha pasado de actuar en 2.000 hectáreas a hacerlo en 4.000, «una extensión insignificante» porque Aragón tiene dos millones de hectáreas de bosque, de ahí la necesidad de actuar con urgencia y encontrar «soluciones drásticas, eficaces y compartidas por todo el país».

Lambán ha manifestado su «orgullo» por los operativos de extinción de incendios, pero ha lamentado que «no es suficiente», alertando de que «si no se activan las medidas necesarias, los desastres ahora excepcionales se convertirán en habituales e irremediables».

Ha dejado claro que «no cabe buscar las soluciones en el romanticismo de la vuelta al pasado» y ha rechazado «la acumulación de más y más medios de extinción», animando a «proteger el paisaje y al paisanaje».

Ha criticado al PP actual al señalar que durante el incendio de la Sierra de Luna (Zaragoza), en 2015, Lambán y Vicente Guillén trabajaron «codo con codo» con los entonces consejeros del Gobierno de Aragón Antonio Suárez y Roberto Bermúdez de Castro, «cuando en Aragón había un PP decente» porque «ahora hay un PP que va a los incendios deseando que extiendan lo más posible y van incendiando a los vecinos de los pueblos para desgastar más al Gobierno».