Por ello, mantienen los paros previstos para el primer lunes hábil de marzo, abril y mayo y lamentan que en la Comunitat Valenciana no se haya podido alcanzar un acuerdo como sí que han hecho «en la práctica totalidad de autonomías, INGESA incluido».
En ese sentido, apuntan que, tras seis reuniones para abordar las reivindicaciones, que se han centrado fundamentalmente en la mejora de condiciones laborales que «dignifiquen» la atención a los pacientes y «eviten que los médicos se vean invitados a abandonar la sanidad pública valenciana a la primera de cambio», el departamento que dirige Miguel Mínguez sigue «sin una oferta clara, y sin plasmar en papel lo que se habla y consensua en las reuniones».
«Ni nos ofrecen un acuerdo aceptable, ni contestan a nuestros requerimientos; se ve que la táctica es esperar a que nos cansemos y demos la batalla por perdida, como si aquí no hubiera pasado nada en los últimos años tras la pandemia y todo funcionara a la perfección», señalan. No obstante, advierten de que «se equivocan» porque esta protesta «no es una simple pataleta, es la lucha por la supervivencia de nuestro colectivo y de defensa de la Sanidad Pública, la de todos, que tanto dicen proteger».
En ese sentido, recuerdan que sus peticiones son «tan básicas» como limitar el número de pacientes que atiende cada médico en su consulta y cómo gestionar el excedente a este tope máximo. Al respecto, CESM explica que les ofrecieron como una de las soluciones los llamados «módulos adicionales», con una retribución al médico de primaria inferior a lo que cobra una enfermera de quirófano por el mismo tiempo de trabajo.
Asimismo, reclaman que ningún médico se vea obligado a estar la mitad del mes de guardia localizada, sin poder despegarse del teléfono, o que se le obligue a hacer más de tres guardias presenciales, simplemente porque la Conselleria «no ha dotado la plantilla de médicos con el número mínimo de efectivos para dar servicio».
En esta línea, exigen que no se deniege a los médicos de más de 55 años que soliciten dejar de hacer guardias con el argumento de las «necesidades de servicio» y que dejen de «insultar» a estos profesionales ofreciendo como única mejora salarial incrementos de un euro y medio la hora de guardia, «como generosa concesión cuando en toda España se han aprobado incrementos retributivos mucho mayores».
También piden que un médico de familia se vea obligado a desplazarse con sus medios para atender a un paciente a 10 o 15 kilómetros de su consulta, en ocasiones a altas horas de la madrugada y «por supuesto solo, sin importarles su seguridad o si tiene vehículo propio o simplemente carnet de conducir», que a los compañeros del SAMU, que tiene turnos de 24 horas, no se les abone la dieta como si se hace con otros colectivos y el compromiso de que todas las unidades de SAMU dispongan de médico en todas sus actuaciones.
Jornada de 35 horas
Además, también relaman que a los MIR se les abonen los gastos de desplazamiento cuando, para completar su formación, tiene que hacer rotatorios fuera de su hospital, que se implante ya la jornada laboral de 35 horas semanales y se contemple la jornada laboral de lunes a viernes.
Al respecto, señalan que «la negativa» del conseller Mínguez de conceder estas reivindicaciones «deja claro su desprecio a nuestro colectivo» a pesar de que estas peticiones, recalcan, «no son políticas, ni van encaminadas a crear conflictos ni a derrocar gobiernos, son tan solo una exigencia de respeto hacia los médicos y de supervivencia de la sanidad pública».
«Respeto que no nos tienen y supervivencia del sistema sanitario que por desgracia veremos no va a ser muy larga, por muchas maquetas y mentiras que vendan en prensa», señalan. Por ello, mantiene las movilizaciones, la convocatoria de huelga para los días señalados y la denuncia ante la opinión publica del «desmantelamiento que está haciendo esta administración de la Sanidad Pública empezando por los médicos».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.