El fuego declarado en jueves en la localidad castellonense de Villanueva de Viver afecta ya a 3.000 hectáreas de superficie en un perímetro de 30 kilómetros, sigue activo y con temor a una tarde en la que las previsiones meteorológicas no parecen favorables, con posibilidad de mayores rachas de viento y por las altas temperaturas en la zona, más propias del verano.
Así lo ha señalado la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, en una atención a los medios en el Puesto de Mando Avanzado, ubicado en Barracas. Bravo ha expresado el temor a que el incendio avance hacia la localidad de Montanejos y se pueda poner en riesgo el parque natural de la Sierra de Espadán.
En estos momentos, se encuentran trabajando 18 medios aéreos --el máximo posible dada la gran cantidad de humo en la zona--, 420 terrestres y hay desalojadas 1.800 personas de ocho municipios y pedanías, sin que estén previstos nuevos desalojos.
Preguntada por si el origen del fuego podría deberse a alguna mala praxis agrícola, la consellera ha apuntado que no está confirmada y que los agentes de la Guardia Civil han incoado el correspondiente atestado y deben valorar todos los datos. «Hay alguna sospecha pero no conclusión» de las causas, ha manifestado.
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