El viento y la orografía del terreno dificultan la extinción del incendio forestal de Tarifa

El incendio ha motivado en la madrugada de este jueves el desalojo, en prevención, de hasta 70 vecinos de la barriada de El Chaparral; mientras que a primera hora de la mañana se ha prohibido también con carácter preventivo el acceso al sendero desde Paloma baja al Lentiscal por la vereda de la Reginosa, según ha detallado el servicio de Emergencias 112 Andalucía en un comunicado.

Mercedes Colombo se ha desplazado a primera hora de la mañana al Puesto de Mando Avanzado (PMA) desde donde se coordina la emergencia, para seguir de primera mano todas las actuaciones que se están desarrollando.

Colombo ha destacado el «gran trabajo» realizado por el operativo desde que se declarara el fuego en la tarde de este miércoles, y ha pedido «extrema prudencia a los vecinos de la zona, ya que la prioridad de todos es la protección y salvaguarda de todas las personas», según ha subrayado.

La delegada ha estado acompañada por el delegado provincial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Óscar Curtido, y por el subdelegado de la Junta en el Campo de Gibraltar, Francisco Javier Rodríguez Ros.

La dirección de la emergencia desalojó en prevención durante la madrugada a un total de 70 vecinos de la barriada de El Chaparral que fueron desplazados a la venta El Tropezón, establecido como punto de encuentro. Un total de 14 vecinos fueron realojados en el albergue de la Asociación de Vecinos de Bolonia, mientras que otros once permanecieron en la venta El Tropezón. El operativo, a través de Cruz Roja, desplegó mantas para la atención de los realojados. El resto de los evacuados se desplazaron a casa de familiares.

Dificultad por el viento y la orografía

Los trabajos para tratar de extinguir este incendio han sido complicados durante la noche por el fuerte viento de levante (del este) reinante en la zona de 50 kilómetros por hora con rachas de hasta 80, y por la orografía donde se registra el fuego, terreno pedregoso con riesgo de caídas para los efectivos.

Según advierten desde el 112, preocupa la zona del frente porque, si bien a esta hora sólo arde matorral, y «no con mucha virulencia», existe un «gran potencial» de vegetación en la zona.

Medios aéreos desplegados

Al amanecer se han incorporado los medios aéreos a la extinción del incendio; en concreto, dos helicópteros pesados --'súper Puma' y 'Kamov'--; dos helicópteros semipesados --'Bell 412'--; dos hidroaviones pesados (Focas) y un avión de coordinación.

Además, en el incendio trabajan medios terrestres; concretamente, dos brigadas especializadas en incendios forestales (Brica), cinco grupos de bomberos forestales, una autobomba, dos técnicos de operaciones, un agente de medio ambiente, la unidad médica y el director del Centro Provincial de Infoca en la provincia de Cádiz.

El servicio 112 comenzó a recibir a las 15,45 horas de este pasado miércoles llamadas de ciudadanos alertando de un fuego en una zona forestal en la sierra de San Bartolomé en un paraje conocido como Betis.

Desde la sala del centro coordinador se alertó entonces a la Guardia Civil, a los Bomberos, al Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), que se desplazó a la zona junto al subdirector de Emergencias con un técnico y dos agentes, a los que se sumó el jefe de servicio de Protección Civil de Cádiz, el coordinador provincial del 112 y una asesora técnica de Gestión de Emergencias, la Policía Local, la Unidad de Policía Nacional adscrita a la Comunidad Autónoma y el Centro Operativo Provincial (COP) de Infoca, así como Cruz Roja, que fue requerida para prestar apoyo logístico en la zona.

Como medida preventiva también se sumó un Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencia del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), si bien ninguna persona ha requerido asistencia sanitaria, según confirma el 112.

La delegada del Gobierno andaluz en Cádiz activó a las 2,33 horas de la madrugada de este jueves el nivel 1 del Plan Infoca, que se activa en aquellos incendios en los que, pudiendo ser controlados con los medios de extinción previstos, se estima, por su posible evolución, la necesidad de la puesta en práctica de medidas para la protección de las personas y de los bienes de naturaleza no forestal.