La Policía Nacional alerta de un estafa relacionada con las tarjetas bancarias en la capital aragonesa

El ciudadano recibe una llamada telefónica en la que el interlocutor dice hacerlo en nombre de su entidad bancaria y en la misma le manifiestan que se han detectado movimientos extraños en su cuenta realizados con la tarjeta bancaria, han indicado fuentes policiales en una nota de prensa.

Una vez ganada la confianza de la persona, el ejecutor le dice que va a ayudarle, si bien para ello requiere la entrega de la tarjeta o tarjetas que supuestamente ha sido utilizadas por un tercero, por lo que le informa que se va a personar en el domicilio un mensajero enviado por la entidad a quien deberá entregarle las tarjetas.

A los pocos minutos, un mensajero se persona en el domicilio y se hace con las tarjetas, en principio para llevarlas hasta la sucursal bancaria y así poder solventar los supuestos problemas que habían motivado el contacto con la víctima.

Pasados unos minutos, la víctima recibe de nuevo una llamada del presunto empleado del banco, quien le manifiesta que ya tiene las tarjetas en su poder y que para proceder atajar el problema necesita el número de PIN de la tarjeta.

Una vez que la víctima ha entregado la tarjeta al mensajero y facilitado el PIN al interlocutor, los estafadores realizan cargos hasta agotar el límite de la tarjeta.

Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón investigan varios casos ocurridos en la ciudad de Zaragoza entre los días 17 y 18 de abril, sumando grandes sumas de dinero estafado a varias personas.

Recomendaciones

Por otra parte, desde Policía Nacional recomiendan no facilitar datos personales por teléfono; tampoco ser víctima del caos que pueda generar la llamada en la que manifiestan haber sido víctimas de un cargo fraudulento. Han añadido que en ningún caso una entidad bancaria va a requerir el número PIN de una tarjeta telefónicamente.

Ante una llamada de un supuesto empleado de banco, si se sospecha que puede ser fraudulenta, sugieren colgar el teléfono y llamar a la oficina de la entidad para comprobar la veracidad de la llamada.