En un comunicado este miércoles, han explicado que la investigación se inició tras recibir una denuncia anónima en la que se manifestaba que un hombre «tenía a su novia encerrada bajo llave, manteniéndola así privada de libertad, mediante violencia e intimidación y amenazándola a ella y a su familia».
Los agentes han detallado que la víctima no disponía de llaves propias de su vivienda y «se encontraba casi todo el tiempo encerrada en su habitación».
«Tenía que pedir permiso a su agresor incluso para salir de su habitación o ir al baño. Además de las constantes amenazas sufridas, tanto a ella como a su familia, el detenido la agredía habitualmente llegando en una ocasión a rociarle la cara y el cuello con alcohol para después prenderle la zona con un mechero», han añadido.
Los agentes abrieron diligencias para encontrar la ubicación exacta de la víctima y del presunto agresor y, el 19 de abril consiguieron localizarles y detuvieron al hombre y trasladaron a la mujer a un centro hospitalario.
"total y absoluto control" sobre ella
En el momento de la detención, los agentes comprobaron que el hombre tenía en su poder el teléfono móvil de la mujer, bloqueando así cualquier posibilidad de pedir ayuda por su parte y ejerciendo «total y absoluto control» sobre ella.
El 21 de abril el detenido pasó a disposición del Juzgado de Violencia sobre la mujer en funciones de guardia de Esplugues de Llobregat (Barcelona), quien decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza.
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