Los agentes calculan que se han podido destruir y verter de forma irregular 100 toneladas de este material y que han robado 450 toneladas de hierro, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La Patrulla del Seprona de la Comandancia de Alicante observó que una nave industrial ubicada en un barrio de la capital, que en el pasado había estado dedicada a la fabricación y el comercio de cerámica, estaba siendo derribada «descontroladamente», por lo que los agentes decidieron inspeccionarla «exhaustivamente».
Tras visitar las instalaciones e identificar a algunas de las personas que supuestamente estaban desmantelando la fábrica, los agentes averiguaron quién era el propietario y le citaron para informarle de lo ocurrido.
Los autores presuntamente aprovecharon la inactividad de la fábrica para emplear maquinaria y herramientas de uso profesional para derribar las naves, cortar vigas y los elementos de hierro que encontraban a su paso, para supuestamente robarlos y venderlos con posterioridad en establecimientos de comercio de metales usados.
La construcción que derribaban es de fibrocemento con amianto. El amianto es un mineral que, por sus características de fuerza, durabilidad y resistencia al calor, hace años se empleaba en la construcción. Sin embargo, en la actualidad está prohibido ya que, a su exposición, tiene la capacidad de provocar enfermedades pulmonares graves, además de otras de laringe y gastrointestinales.
Por tanto, la retirada y gestión del amianto que aún existe en algunas construcciones, debe ser realizada por entidades inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (R.E.R.A.), que deben respetar una «estricta seguridad» en la manipulación de estos residuos.
En la operación, han sido investigadas 14 personas --13 hombres y una mujer con edades comprendidas entre los 22 y los 40 años--. A 12 de ellos se les atribuyen supuestos delitos de robo con fuerza y daños, así como otro contra los recursos naturales y el medio ambiente por manipular el fibrocemento con amianto sin la preceptiva autorización y sin emplear los métodos adecuados.
Los agentes calculan que se han podido destruir y verter de forma irregular 100 toneladas de este material. A otros dos hombres, los responsables de los comercios que adquirieron el hierro robado, se les imputa el delito de receptación.
Los agentes han realizado varias inspecciones en distintos establecimientos de compra y venta de metales usados de la provincia de Alicante y han logrado recuperar 10,5 toneladas de hierro procedentes de esta fábrica en dos de los locales inspeccionados.
El Seprona ha tomado muestras del micro cemento derruido, que han sido remitidas al Laboratorio de Medio Ambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil para determinar la tipología y cantidad de amianto presente en la construcción. Las diligencias han sido puestas a disposición de los Juzgados de Alicante.
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