«Ayer tuvimos un debate muy importante, el debate electoral en la televisión pública de Madrid para hablar de nuestras propuestas, de la situación de Madrid. Vimos, otra vez, un poco más de lo mismo, de lo que estamos acostumbrados: para la oposición todo Madrid es un desastre», ha señalado en un mitin de campaña en Paracuellos de Jarama.
Así, ha ironizado con que parece que a la gente debe ser que le gusta «sufrir» puesto que «cada vez más ciudadanos de todos los rincones de España y de todos los lugares del mundo» acuden «a Madrid a vivir con libertad».
Concretamente, ha criticado que en el debate se proyectase que «el inmigrante es un delincuente» en vez de «hablar de los problemas de integración, en lugar de hablar de las inmigraciones masivas, en lugar de hablar de problemas que pueden ocurrir ahí, señalando ya a las personas por su origen». A su parecer, este no es el «discurso de Madrid».
«En Madrid todo el mundo es bienvenido y todo el mundo es madrileño desde el primer día», ha defendido al tiempo que ha reconocido que es evidente que hay «problemas de inseguridad» pero «la que puede causar cualquiera». Lo que hay que hacer, según la candidata del PP, es pedir a quién tiene competencias para que ayuden y la Comunidad siga siendo una autonomía «segura».
Además, ha remarcado que se vio un debate en el que según el resto de candidatos los servicios públicos de Madrid son «un desastre» cuando tienen «la mejor sanidad de Europa y la mayor esperanza de vida del mundo». «La sanidad puntera, que no deja a nadie atrás, que tiene los mejores tratamientos, que opera de todos los trasplantes, que está construyendo nuevos centros de salud, reformando los hospitales de referencia», ha defendido.
A pesar de esto, la presidenta ha criticado que da igual lo que se invierta, los esfuerzos que se hagan porque siempre estarán «los que viven de la pancarta de viven de los público» con su «mantra». «Esa gente que desde dentro intenta hablar por todos los médicos, por todos los profesores, por todos, lo único que hacen es al final abochornar más a sus propios compañeros de profesión», ha lanzado.
En cuanto a las residencias, ha puesto de manifiesto que hay 500 residencias en la región, en las que se dan 150.000 comidas diarias, y la valoración de los usuarios «es de un nuevo sobre diez». Ayuso ha reconocido que hay que «mejorar muchísimo» pero no es forma el asustar «a los mayores, alertando a la población, sugestionándola para que cuando vaya a sus servicios vaya preocupada».
«Eso es lo que hace la izquierda y lo que procuran hacer de aquí a las elecciones, promover instintos, odios, que si malas personas, que si rencores, pancartas, preocupaciones. La España real no es eso. La España real no es la que vocifera. Por supuesto es la que exige unos grandes servicios públicos pero es la que trabaja cada mañana, es la que pelea, es la que da para después pedir, es la que sabe que la libertad y la responsabilidad va de la mano», ha manifestado a continuación.
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