La Comunidad de Madrid apoya la protección de los productos agrícola de calidad que plantea el Parlamento Europeo (PE) con dos nuevos sellos de distinción que lanzará próximamente: 'Productos Artesanos' y 'Productos de Alta Montaña', han indicado a Europa Press fuentes regionales.
Al primero podrán adherirse los alimentos elaborados de manera 100% manual, sin la participación de maquinaria industrial, mientras que al segundo podrán sumarse los que se han hecho a más de 800 metros de altura, siempre y cuando cumplan con las exigencias de calidad requeridas por los técnicos regionales.
La Comunidad de Madrid tiene 179 municipios, de los cuales, el 35% son municipios de montaña y están distribuidos en las comarcas de la Sierra Norte, Cuenca Alta del Manzanares, Cuenca del Guadarrama y Sierra Oeste.
«Las poblaciones de montaña, durante generaciones, han desarrollado sistemas de producción únicos, resilientes y sostenibles, adaptados a sus ambientes locales, que favorecen la producción de productos y servicios de nicho y específicos de la montaña. La agricultura y ganadería de estas zonas tiene potencial para ofrecer al mercado productos de alto valor añadido, asociados a la calidad, la sostenibilidad, la biodiversidad y el territorio», señalan.
El sello artesano acogerá productos de calidad diferenciada, de producción limitada y controlada, que han sido obtenidos de acuerdo a los principios de producción, manipulación, elaboración, transformación y envasado, establecidos bajo esta figura de calidad. Las actividades recogidas bajo esta nueva garantía serán muy variadas, yendo desde la elaboración de derivados lácteos o cárnicos, a la manipulación y preparación de miel, mermeladas o licores.
Las nuevas distinciones tienen por objetivo facilitar a los consumidores la identificación en el mercado de aquellos productos agroalimentarios que han sido elaborados de forma artesanal o en zonas de alta montaña, de acuerdo con exigentes estándares de calidad y respetuosos con el medio ambiente. Estos sellos, además, incrementan el prestigio de los bienes asociados a la Marca M, al mismo tiempo que fomentan el desarrollo económico sostenible y dinamizan el medio rural y serrano de la Comunidad de Madrid, recalcan.
'm producto certificado'
Además, el Gobierno regional recuerda que desde 2014 la riqueza gastronómica madrileña se recoge bajo el paraguas de la marca 'M Producto Certificado', formada por más de 500 empresas y más de 4.500 productos elaborados en este territorio.
Este distintivo señala la profesionalidad del sector agroalimentario madrileño, donde la tradición de largos años de experiencia se da la mano con la I+D+i. Con esta marca, la Comunidad quiere reivindicar los alimentos de proximidad, poniendo en valor la riqueza de su patrimonio natural y cultural, y contribuyendo especialmente al desarrollo rural y la dinamización económica de las zonas rurales.
La región cuenta además con siete figuras de calidad diferenciada como son los 'Vinos de Madrid' con Denominación de Origen (D.O.), la Marca de Garantía de Aceites, la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Carne de la Sierra de Guadarrama, la Denominación Geográfica Anís Chinchón, la Denominación de Calidad Aceitunas de Campo Real, la Etiqueta de Agricultura Ecológica y la Marca de Garantía Huerta de Villa del Prado, distintivos que reconocen la calidad y las propiedades únicas de estos alimentos.
En el continente, la Unión Europea protege las indicaciones geográficas desde la década de los 70 y en la actualidad existen en torno a 3.500, cuyas ventas anuales ascienden a 74.800 millones de euros. El valor de venta de un producto con una denominación protegida suele duplicar el de productos similares sin certificación.
Ce debe registrar las nuevas indicaciones en cinco meses
El pasado jueves el Parlamento Europeo adoptó su posición de cara a las negociaciones sobre las nuevas reglas de indicaciones geográficas de la Unión para productos agrícolas.
Los eurodiputados consideran que las indicaciones geográficas (IG) --derechos de propiedad intelectual que identifican productos con cualidades, características o una reputación debida a factores naturales y humanos vinculados a su lugar de origen-- deben protegerse mejor en el contexto actual muy influenciado por Internet.
Así, los dominios que utilicen una IG sin contar con los derechos deberán ser cerrados automáticamente o asignarse a un grupo de productores que la utilice legalmente. Para ello, la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO) establecerá un sistema de alerta que controle el registro de nombres de dominio.
El Parlamento también quiere que las IG estén mejor protegidas en los productos procesados. Así, los procesados que contengan un ingrediente reconocido no podrán etiquetarse con la IG a menos que los productores de la misma lo permitan.
El registro de las indicaciones geográficas debe ser más rápido --plazo máximo de cinco meses-- y continuar bajo competencia de la Comisión. Las autoridades nacionales deberán gestionar la mayoría de las solicitudes de modificación de los registros de IG existentes sin que la Comisión tenga que volver a comprobarlos.
Según los eurodiputados, la Comisión tiene una experiencia agrícola única y, por lo tanto, debería continuar administrando el sistema de indicaciones geográficas, en lugar de la EUIPO.
Por último, el Parlamento propone que los productores reconocidos tengan más derechos y apoyo financiero. Deberían encargarse de establecer las condiciones mínimas para el uso de las indicaciones geográficas y supervisar su uso. Los productores reconocidos también deberían poder recibir contribuciones financieras obligatorias de todos los productores del bien protegido.
El informe, que servirá de base para las negociaciones con el Consejo de la UE sobre la forma final del texto legislativo, fue aprobado por el pleno con 603 a favor, 18 en contra y 8 abstenciones.
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