La Audiencia de Sevilla ha condenado a un varón a 16 años de prisión, por un delito continuado de agresión sexual y un delito de exhibición de material pornográfico a menores con la agravante de parentesco; cometido al violar a su hija en repetidas ocasiones durante «varios años» y mostrarle vídeos de contenido pornográfico, algunos de ellos con imágenes sexuales protagonizadas por este varón y su esposa y madre de la víctima, conminando a esta última a «hacerlo mejor» que su progenitora.
En una sentencia emitida el pasado 1 de junio y recogida por Europa Press, la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla declara probado que el procesado, Juan P.S., convivía con su esposa y sus dos hijos, un niño nacido en 2008 y una niña nacida en 2010, en un municipio de la provincia de Sevilla y, «desde que la menor tenía siete u ocho años de edad, aprovechando que su mujer estaba fuera de casa trabajando o por otro motivo, obligaba a su hija a realizar actos de naturaleza sexual con él».
Según el relato de hechos probados, el acusado «se desnudaba y desnudaba a su hija y le besaba, tocaba y chupaba el pecho y los genitales de la misma»; así como «obligaba a su hija a hacerle felaciones y en diversas ocasiones le introdujo el pene por el ano, usando lubricante».
«La menor accedía a ello por el miedo que sentía hacia su padre, el cual le decía que no lo contara a su madre porque pasaría algo malo», señala la sentencia, agregando que ha quedado probado que Juan P.S. «mostraba a su hija »películas o vídeos de carácter pornográfico, diciéndole que ahora lo iban a hacer ellos y le exhibió en ocasiones vídeos en el que él mantenía relaciones sexuales con su esposa«, diciéndole a su hija que »ella lo tenía que hacer mejor".
Su hermano reveló los hechos
Tales hechos se produjeron, según el relato de hechos probados, hasta que el 5 de abril de 2022, cuando la menor tenía 12 años, el hermano de la misma y también hijo del encartado «contó lo que estaba pasando a una psicóloga de su colegio», pues «había presenciado un día los hechos y en otras ocasiones había oído a su hermana llorar y quejarse mientras estaba en una habitación encerrada con su padre, tras lo cual salía con los ojos rojos y vistiéndose».
Para cometer tales actos, según el tribunal, el acusado «no sólo se prevalió de su convivencia» con su hija y su «relación de superioridad» dado su papel de padre, sino que además «uso intimidación e incluso en algún momento algún tipo de violencia» sobre ella, perpetrando estos actos durante «varios años».
Para la resolución condenatoria, el tribunal ha tenido en cuenta «la credibilidad de las declaraciones de los dos hijos menores del procesado», pues «la menor ha sido persistente en la incriminación», manteniendo la misma ante «su madre, la psicóloga del colegio y la Guardia Civil», incluso describiendo los hechos «con mayor detalle a lo largo del tiempo».
"corroboraciones" del testimonio de la menor
Su testimonio, según la sentencia, cuenta además con «corroboraciones», como la declaración de su hermano, quien incluso habría relatado que su padre «en alguna ocasión intentó hacerle algo a él, pero él se escabulló»; además del testimonio de la madre, que tras revelar su hijo los hechos a la psicóloga de su centro escolar, se reunió con su hija y esta «le contó lo que hacía su padre cuando ella no estaba, explicándole que le realizaba penetraciones anales» usando «un líquido de un bote», ante lo cual la madre testificó que «efectivamente, tenían dos botes de lubricante anal guardados en su habitación, que el segundo estaba sin estrenar» y, tras las manifestaciones de su hija, comprobó que dicho bote «ya estaba empezado».
Dado el caso, la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla condena a Juan P.S. a 15 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años, así como a 25 años de prohibición de acercarse a su hija y comunicarse con ella. Además, le condena a un año más de cárcel y cinco años más de prohibición de acercarse a su hija, por un delito de exhibición de material pornográfico a menores con la agravante de parentesco.
El tribunal le impone igualmente la retirada de la patria potestad de sus hijos hasta que ambos sean mayores de edad, diez años de libertad vigilada una vez cumplida su pena de cárcel, así como a pagar 50.000 euros como indemnización a su hija.
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