El Museo de Bellas Artes de València ha inaugurado este viernes una nueva sala monográfica permanente dedicada al pintor valenciano Antonio Muñoz Degraín (1840-1924), en la que se pueden contemplar algunos de los «paisajes sublimes» que convirtieron a este artista en una «gran figura española de entre siglos, al nivel de Joaquín Sorolla» dentro de su género, «poco conocido fuera de Valencia» pero que «merece figurar entre las señas de identidad del museo».
Así lo ha explicado el director del Museo de Bellas Artes, Pablo González Tornel, que ha detallado que se trata de la primera de cuatro nuevas salas monográficas que se abrirán a lo largo del año: la de Muñoz Degraín, seguida de Sorolla y otras sobre Benlliure y Pinazo, en una nueva reconfiguración del espacio expositivo para acercar al público a los representantes de la edad de plata del arte valenciano.
La nueva sala de Muñoz Degraín, ubicada en la segunda planta del edificio claustral del museo, reúne 25 piezas procedentes de los fondos del museo, desde sus obras más tempranas sobre los alrededores de València hasta piezas de la pintura orientalista que le dio la fama, pasando por su conocida obra 'Amor de madre', que se enmarca en sus «imágenes de lo sublime» que hacen «empequeñecer al ser humano» al ser «completamente vencido por los elementos de la naturaleza física», ha puesto en valor el director.
Pablo González Tornel ha explicado que el pintor valenciano, que perteneció a «una primera generación de la edad de plata de la pintura valenciana de entre siglos», mantuvo «una vinculación muy especial» con el Museo de Bellas Artes durante su vida, que le llevó en los últimos años a realizar una donación de 56 obras al San Pío V.
El director del museo ha detallado que Muñoz Degraín se formó en una tendencia realista del paisaje, pero su inquietud lo llevó a «no conformarse con esa tradición heredada» y viajó a Italia para empaparse de las nuevas creaciones en una vocación autodidacta. El valenciano también se adentró en el género estrella de la época, la pintura histórica que triunfaba en los certámenes nacionales y con la que consiguió en 1881 un primer premio gracias a su espectacular 'Otelo y Desdémona', una pieza que se guarda en el Prado pero de la que el Museo de Bellas Artes guarda un boceto, que mostrará en futuras exposiciones.
Gracias a esta obra, Muñoz Degraín consiguió una pensión para viajar y se relacionó con los artistas españoles más importantes de la época y las vanguardias italianas, lo que transformó su pintura hacia un paisaje «mucho más personal, basado en el postimpresionismo, de construcción a base de manchas» y caracterizado sobre todo por el uso de colores «no convencionales» y sintéticos como los violetas y morados.
Su pintura figurativa y de paisaje empieza a orientarse hacia la sublimación del paisaje«, en cuadros en los que plasma »la grandeza del mundo natural ante un hombre completamente empequeñecido", ha resaltado Tornel.
La colección de obras de Antonio Muñoz Degraín del Museo de Bellas Artes de València es la más importante del mundo sobre el autor en cantidad y variedad. La mayoría de las piezas proceden de la propia donación del pintor, que en 1913 proporcionó al museo algunas de sus obras más importantes, junto a otro tipo de objetos.
De hecho, en los últimos años de su vida el propio pintor organizó una exposición monográfica cuando el Bellas Artes aún estaba en el convento del Carmen. Según ha detallado González Tornel, se conservan fotografías antiguas de un Antonio Muñoz Degraín septuagenario organizando cómo quería que se mostraran sus cuadros.
Ahora, «la voluntad del museo es recuperar algo que el propio pintor quiso», adaptando la propuesta a un proyecto museográfico de este siglo, para que «el público sea capaz de entender a la gran figura de entre siglos» que fue el valenciano. Desde los años 90, el museo no había mostrado las obras de Muñoz Degraín en su conjunto.
En el marco del centenario del fallecimiento de Muñoz Degraín, que se conmemora en 2024, González Tornel ha avanzado que el Museo de Bellas Artes realizará una gran exposición temporal en colaboración con el Museo de Málaga, que también tiene una buena cantidad de obras del artista. La muestra se trasladará posteriormente a Málaga y también se desarrollarán iniciativas en la Biblioteca Nacional y El Prado.
Nuevas salas monográficas
La sala monográfica inicialmente se iba a inaugurar en 2024 con motivo del centenario del fallecimiento del artista, pero finalmente llega este año «al hilo de la gran reforma de la fase V del edificio», que según ha explicado González Tornel «se ha utilizado como excusa para un repensamiento» de las exposiciones del museo que abarcará «la totalidad del edificio».
González Tornel ha explicado que, «a lo largo del año», se irán inaugurando espacios nuevos que configurarán exposiciones permanentes sobre la edad de plata del arte valenciano, ha detallado. Como exposiciones monográficas, el museo dispondrá de cuatro salas monográficas de Muñoz Degraín, Sorolla, Benlliure y Pinazo. Paralelamente, habrá salas dedicadas a géneros específicos como la evolución del retrato, el paisaje o la pintura costumbrista. La idea es crear una «narrativa completa de las biografías artísticas de estos pintores».
Así, la de Antonio Muñoz Degraín es la primera de estas salas, a la que seguirá la de Joaquín Sorolla a finales de año, y que este viernes ya luce la obra 'Yo soy el pan de la vida' en el que será su «hogar definitivo».
Asimismo, el responsable de la pinacoteca también ha avanzado que el museo está trabajando para ofrecer, en los próximos meses, nuevos planos y paneles informativos para que el público pueda orientarse mejor por los diferentes espacios expositivos.
Por otro lado, a preguntas de los medios sobre la renuncia de Fernando Delgado como presidente del Patronato del Museo de Bellas Artes, González Tornel ha explicado que la recomposición del patronato deberá esperar hasta la configuración del nuevo gobierno autonómico.
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