El Ararteko, con motivo del cierre del puente peatonal transfronterizo entre Irun y Hendaia por las autoridades francesas, tras su reapertura temporal durante el Tour de Francia, ha llevado a cabo una serie de actuaciones ante la defensora de los derechos de Francia y la defensora del pueblo europeo, para instar a las autoridades francesas a que procedan a su reapertura.
La institución incide en «las graves consecuencias que este cierre tiene para la población residente en los municipios fronterizos». También ha informado al defensor del pueblo de España sobre las actuaciones emprendidas.
El puente peatonal Avenida, que une las localidades fronterizas de Irun y Hendaia, está cerrado desde el 14 de enero de 2021, con excepción de su apertura el pasado 3 de julio para permitir el paso de la etapa del Tour de Francia por la frontera de Bidasoa.
El cierre responde a un decreto prefectoral de los Pirineos Atlánticos (Francia), adoptado al amparo del Código de fronteras Schengen de la Unión Europea, que, según ha recordado, «otorga a los Estados europeos la posibilidad de reestablecer controles fronterizos temporales en el espacio interno, cuando se presente una amenaza grave para el orden público o la seguridad interna del país». En el caso de Francia, el motivo inicialmente alegado para aplicar dicho control era «dar respuesta a la amenaza terrorista».
En la carta dirigida a la defensora de los derechos de Francia, el Ararteko ha solicitado su posible intervención para recabar la colaboración de las autoridades francesas, «habida cuenta del impacto que dicho cierre tiene para la libre circulación entre las localidades fronterizas».
Tras dar traslado a la defensora del pueblo europeo de esta cuestión, con objeto de que el asunto fuera valorado para su eventual intervención ante la Comisión Europea, el Ararteko ha sido informado recientemente por la oficina de la defensoría europea de la decisión de admitir a trámite la denuncia.
De acuerdo con esa comunicación de Bruselas, por ahora, se ha cursado una petición de información ante la Comisión Europea, como órgano responsable de dar el visto bueno a los cierres fronterizos que puedan excepcionar las reglas ordinarias del Acuerdo de Schengen.
El Ararteko queda, a partir de este momento, pendiente de la respuesta que pueda dar la Comisión Europea, y en última instancia, de la decisión que pueda tomar la defensora europea ante dicha respuesta.
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